Un “parroquiano”, que a mediados de mayo ingresó ebrio a un local de alcoholes de calle Errázuriz, y con un arma de fuego amenazó a una de las dependientes exigiéndole tener relaciones sexuales, fue acusado por el fiscal Felipe Aguirre de dos delitos:... “tenencia y porte ilegal de arma de fuego” y “amenazas”. El imputado es Baldo Guerrero Cheuquepil, quien por el primer delito arriesga una pena de 541 días de presidio y por el segundo 300 días, según la pena que el fiscal solicitó en la acusación que presentó en el Juzgado de Garantía.
El delito ocurrió el 18 de mayo, alrededor de las 17 horas, cuando el imputado ingresó al bar y pidió algo para beber, tras lo cual el hombre interpretó mal la atención recibida, ya que amenazó a la dependiente tomándola del cuello con una mano mientras le decía al oído: “para matar no cuesta nada”, y con la otra mano le mostraba un revólver que andaba trayendo en la cintura.
La encargada del local se percató de esta situación y llamó a Carabineros, quienes rápidamente detuvieron al cariñoso “cliente”.