Cabo Froward es la conquista del final del continente americano: distante a más de 40 kilómetros del sector de San Pedro -donde concluyen los caminos provenientes desde Punta Arenas- es el último confín de la tierra y representa, hoy, la esperanza del turismo local en la capital regional de Magallanes.
Que la conquista pueda hacerse realidad está cada vez más cerca. En octubre pasado, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) logró licitar la construcción de los primeros cinco kilómetros de ruta, que unirán San Pedro con Punta Árbol. Dicha obra está en proceso de adjudicación a la empresa Imaco, por un costo de más de $ 2.500 millones.
Pese a lo abultado de las cifras, dicha obra no representa sino una octava parte de lo que considera la ruta total. Punta Árbol está a más de 30 kilómetros de Cabo Froward, una distancia rebosante de naturaleza y del patrimonio histórico, cultural y arqueológico asociado a la navegación del Estrecho de Magallanes.
“Es un sector que tiene potencial desde distintos puntos de vista”, sostuvo el seremi de Obras Públicas, Ricardo Haro.
La necesidad es latente. El sector productivo ha hecho hincapié en la falta de un atractivo distinto a Torres del Paine. “Este sería el camino del fin del continente”, recalcó Haro.