El suicidio es un problema de salud pública que requiere de toda nuestra atención, sin embargo su prevención y control no son tarea fácil. La tasa de suicidios en Magallanes es 15,3 por cada 100 mil habitantes siendo una de las más altas de Chile. A raíz de ello y siguiendo los lineamientos del Ministerio de Salud (Minsal), la Seremi de dicha cartera a través de sus programas de Epidemiología y Salud Mental decidió implementar un Sistema de Notificación y Vigilancia de los Intentos de Suicidio, el cual mandata a los Servicios de Urgencia de la red pública y privada de la región a informar cuando se produzca un caso a través de un boletín.
Contar con dicha información no sólo permite tener claridad de la magnitud de la situación, sino también conocer el perfil de las personas y los factores de riesgo asociados, lo que facilita por un lado definir estrategias de ayuda y por otra parte una intervención temprana de estos.
La sicóloga a cargo del Programa de Salud Mental de la Seremi de Salud, Maribel Bustos, señaló que durante 2014 se notificaron 234 intentos de quitarse la vida, los que en su gran mayoría correspondieron a mujeres, versus 24 suicidios.
Según lo reportado por el Servicio Médico Legal (SML), son siete casos más que lo registrado el 2013 (17). “Este es el primer año en que nosotros podemos hacer un análisis cerrado, porque el sistema de vigilancia se implementó el 1 de julio del 2013. En la segunda etapa de la vigilancia, el trabajo se coordina con los Programas de Salud Mental de Atención Primaria y Centros de Especialidad de Salud quienes son los encargados de brindar las prestaciones e intervenciones oportunas. Las personas que han realizado un intento de quitarse la vida constituyen un grupo de alto riesgo por lo que es fundamental que cuenten con una red de apoyo”, precisó Bustos.
Se estima que por cada muerte por suicidio se producen entre 10 ó 20 intentos. La profesional manifestó que la dinámica o las características de lo que es suicidio versus los intentos tienen aristas distintas. “Los suicidios son más frecuentes en hombres, mientras que los intentos son más usuales en las mujeres”, manifestó la profesional.
Según un análisis que nosotros hemos hecho a partir del 2009 hay una mayor tendencia a suicidarse en el rango etáreo que va entre 31 y los 40 años, en el caso de los intentos es de los 11 a los 20 años. En el método utilizado también se producen diferencias en el caso de los suicidios el más común es asfixia por ahorcamiento, mientras que en los intentos la ingesta de medicamentos. En la región se producen en promedio dos casos de suicidio al mes y 20 intentos. El 2010, Magallanes tuvo la tercera tasa más alta de suicidios a nivel país, pero en general siempre estamos en los primeros lugares junto a la regiones de Los Ríos y Aysén”, precisó.
Bustos indicó que el comportamiento suicida constituye un problema complejo, con múltiples causas interrelacionadas, las que pueden ser agrupadas en dos grandes categorías. “Las predisposiciones internas, es decir factores biológicos que predisponen la conducta suicida, tales como trastornos mentales, lo cual no quiere decir que todas las personas que atentan contra su vida tengan un trastorno mental, sino que las personas con un trastorno mental presentan una mayor disposición, también influye el hecho de tener antecedentes familiares de suicidios o intentos de suicidio previos y el decremento de serotonina. En este punto entran un poco el tema de las depresiones. Siempre se ha dicho que la luz influye en nuestro estado anímico, en la medida que nosotros contamos con más luz solar, nuestro cuerpo genera más serotonina por lo tanto andamos más activos y con mayor más ánimo y cuando hay menos luz se produce el efecto contrario. En ese sentido también a nivel regional según las estadísticas, la mayor cantidad de suicidios se producen durante el segundo semestre del año.
En lo referente a las causas externas tenemos la pérdida de seres queridos, el divorcio, la vida familiar crítica, conflictos con los allegados o amigos, la jubilación, viudez reciente, enfermedades crónicas, problemas legales, financieros o relacionados con el trabajo, acontecimientos que conducen al estigma y disponibilidad de medios letales”, puntualizó Bustos.
La sicóloga indicó que las depresiones en Chile lideran las prestaciones de salud. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), determinó que son diez las enfermedades que concentran el 62% del gasto de las isapres en la entrega de la cobertura Auge. Siendo la depresión, el VIH, la diabetes mellitus tipo II, el cáncer de mama en mayores de 15 y la insuficiencia renal crónica l