Con la entrega de certificados a los participantes finalizó ayer, en la estancia Entre Vientos, el “Taller de acondicionamiento y clasificación de lanas para la exportación”, en el marco del programa “Proyectando la agricultura familiar campesina en mercados internacionales”, ejecutado por ProChile con fondos provenientes del Ministerio de Agricultura.
El taller contó con la guía experta de los uruguayos Gianni Bianchi, doctor en producción agroganadera e ingeniero agrónomo, y Juan Maggiolo, técnico agropecuario que se ha desempeñado en el Secretariado Uruguayo de la Lana, quienes transfirieron sus amplios conocimientos al grupo de productores de nuestra región que participó en este taller pionero, cuyo objetivo fue generar capacidades de negociación entre quienes participan en el proceso de exportación indirecta, para que puedan desempeñar en mejor forma su rol de proveedores dentro de la cadena productiva y su relación con la agroindustria.
En la ceremonia de clausura, la directora regional de ProChile, María José Navajas, resaltó que “en el caso de Magallanes, la lana es uno de los productos que tiene mayor volumen de exportación y conociendo cómo funcionan los mercados extranjeros y cuáles son los requisitos que tienen para la compra de esa materia prima, es muy importante que lo más atrás posible de la cadena productiva las personas se puedan perfeccionar y actualizar, aun cuando lleven muchos años en la actividad”.
En tanto, el especialista uruguayo Gianni Bianchi, relator del curso, destacó que “el taller contempló actividades teóricas y prácticas, como la clasificación de vellones por finura y por calidad. El aprendizaje adquirido en estos días les ayudará en la toma de decisiones en cada uno de sus establecimientos y en el trabajo con sus piños”.
Respecto de la lana magallánica, Bianchi resalta el color blanco del producto, debido a las condiciones ambientales propias de nuestra zona, que impiden el desarrollo de hongos o bacterias. Es una ventaja comparativa, porque “la moda tiende a preferir los colores claros o pasteles, característica que favorece al producto magallánico”, puntualizó.
El reconocido especialista dice que aún es conveniente para el ganadero producir lana, aunque el rubro sufre los embates de las fibras sintéticas y del algodón, “sin embargo, es un producto que tiene características únicas que ninguno de sus competidores puede alcanzar, como la resistencia, la aislación y ser antiinflamable, no en vano los interiores de los aviones se hacen con lana. Está dirigida a mercados de alto poder adquisitivo”.
Para los alumnos, como María José Portales, representante de Indap-Prodesal Puerto Natales, el taller la dotó de conocimientos que no poseía y que traspasará a los pequeños productores de ganado ovino de su localidad, para que los apliquen en sus labores habituales y que en el mediano plazo puedan comenzar a perfeccionar sus procesos.
Para la ejecución de esta actividad se contó con el apoyo logístico del Ejército, que puso a disposición la infraestructura, personal y materiales de la estancia Entre Vientos, lo que permitió el óptimo desarrollo del taller.