No es común en la práctica y la historia del fútbol, poder conversar con un deportista  que pueda tener la versatilidad de ser árbitro, jugador y técnico, además ligado a su profesión de Profesor de Educación Física. Pero así es la historia de Osvaldo Reyes, quien en su pasión por el arbitraje, ha tenido la posibilidad de ser el representante de nuestra región en las tres últimas versiones de los Juegos de La Araucanía, llegando a la final como árbitro asistente en dos ocasiones y árbitro central en la semifinal de este año, con el partido entre Bío Bío y Neuquén. Esta pasión por el fútbol además la comparte como jugador del Club Deportivo Scout y como técnico en su trabajo de formación con los niños a través de su profesión en el desarrollo de las escuelas de fútbol. En un espacio dentro de su rutina diaria, visitó nuestro diario y conversó con Pingüino Multimedia, sobre sus inicios, desarrollo y esa pasión por el fútbol, tanto en su posición como árbitro, jugador y técnico.
-¿Cómo partió esa pasión por el arbitraje?
“Partió a través de un grupo de jóvenes, los cuales estudiábamos en la Universidad de Magallanes, liderados en su momento por Gonzalo Muñoz (hoy profesor y colega), el cual nos invitó a participar en los campeonatos de futsal escolar como árbitros y empecé a tomarle el gusto al referato como pasión, a pesar de los $ 700 que ganábamos en un principio por arbitrar cada partido (sonríe). Sin duda, el arbitraje, en mi caso, me ayudó para darme a conocer dentro del medio deportivo como profesor y me abrió muchas puertas en lo laboral. Y eso es lo que hoy día me lleva de la mano en el arbitraje, esa pasión que  a pesar de tener mi profesión, sigo de forma natural, ligado a ella”.
-Ha conducido partidos importantes en su corta carrera, eso hace pensar que se perfila en el futuro como árbitro federado.
“Aquí en nuestra región, me es difícil llegar al federado, ya que actualmente juego en el Club Deportivo Scout, además de las participaciones en el futsal o en el fútbol de la liga popular, lo que hace más complicado que la gente pueda entender, que uno pueda separar las cosas, en su rol de jugador o árbitro. De hecho como anécdota, puedo comentar que una vez como jugador, en un partido de campeonato, el árbitro no llegó y como nosotros en el equipo teníamos muchos jugadores, opté por arbitrar, siendo el resultado final, la derrota del equipo de mis amigos. Entonces, ahí se puede tener un buen ejemplo, de cómo saber separar las cosas y no mezclarlas, manteniendo la ética entre arbitro y jugador”.
“Por otro lado Nelson Ampuero, me invitó a trabajar como árbitro con ellos en la Asociación 18, pero los horarios generalmente se topan los fines de semana, con los partidos que juego por Scout, lo que realmente me ha imposibilitado de poder arbitrar”.
¿Qué significó la experiencia de dirigir nuevamente este año en La Araucanía?
“Sin duda una experiencia muy enriquecedora para mí; es la tercera vez que participo de forma consecutiva de los Juegos de La Araucanía. Hace dos años, estaba trabajando en el Instituto Nacional del Deporte (IND), donde me invitaron a participar de los juegos a realizarse en la ciudad de Temuco. en aquella ocasión llegué a estar en la final como primer asistente, lo que fue algo sorpresivo para mí, ya que el evaluador de Temuco no me conocía y yo tampoco tenía mucho despliegue de partidos, por lo que considero que esa primera experiencia fue muy buena y enriquecedora. Al año siguiente, viajé a los juegos de Neuquén y mi desempeño me llevó a estar presente nuevamente en la final, esta vez como segundo asistente,  mientras que primer asistente fue Felipe Chauriye (árbitro profesional de fútbol joven en Chile), lo cual me dejó muy contento y orgulloso de mi participación. Para este año 2016, pedí poder participar de esta nueva versión, ya que se realizaba en la ciudad de Concepción (cuna de los arbitrajes del fútbol joven de la ANFP) y me tocó convivir y compartir con 5 árbitros profesionales, de los cuales aprendí mucho, sobre todo en la práctica, donde los evaluadores premiaron mi desempeño, dándome la posibilidad de dirigir siendo el árbitro central de la semifinal entre Bío Bío y Neuquén (donde los argentinos ganaron la opción de llegar a la final, al ganar en definición a penales). Sin duda esta experiencia de poder haberme desempeñado como árbitro de los tres últimos Juegos de La Araucanía, se lo debo a la confianza depositada hacia mi persona, por los directores del Instituto Nacional del Deporte (IND)”.
-Pasando a la posición de jugador, ¿cuál es su futuro deportivo?
“Actualmente, sigo jugando en el Club Deportivo Scout, con ganas de emigrar durante la próxima temporada, para jugar algún desafío importante, en algún club que esté involucrado en ese sentido, como en algún momento lo hice por el club Prat, Sokol o Cosal, donde viví momentos importantes de mi carrera y que se hace muy difícil en un club como Scout de poder lograrlo”.
-En lo profesional, ¿cómo ha sido su año?
“Muy bueno, actualmente trabajando en el Instituto Nacional del Deporte (IND), como gestor en el desarrollo formativo (niños de 2 a 14 años), donde coordinamos las actividades deportivas y obviamente contratamos a los profesores para que impartan las clases en jardines, colegios o clubes deportivos. Además, estoy desarrollando clases de escuela de fútbol, en el gimnasio del Liceo Contardi, en un programa Falabella, en casi 4 años de trabajo con niños y niñas  de tercero a sexto básico y hace dos meses comencé con el taller de futsal femenino en Inacap.  Gracias a Dios, trabajo nunca me ha faltado, y en eso agradezco nuevamente a mi paso por el arbitraje que me abrió las puertas, en el deporte y mi trabajo. Y eso es contrario a lo que pasa hoy con la gente joven, que no lo ve de esa manera y no valoran las oportunidades de crecer y desarrollarse de forma importante mirando hacia el futuro. Hoy, el tema laboral está muy complicado, hay demasiados profesores de Educación Física, entonces el campo de trabajo no está fácil y por lo mismo soy un agradecido de tener bastante trabajo, a pesar que no me queda tiempo para hacer lo que es mi hobbie, el arbitrar”.
¿A quién o quienes, tiene que agradecer, todo lo que ha llegado a realizar como profesional y deportista?
“Principalmente a mi familia, madre, padre, hermano, sobre todo a mi madre, que hace 4 años en el estadio, sufrió una enfermedad importante y que a pesar que el fanático del fútbol en la familia es mi padre, fue mi madre la que desde niño y desde siempre, corrió conmigo a todas las canchas de fútbol. Ambos levantaron al club Scout, con un trabajo en una sede que hoy está pagada, junto también a la tía Rebeca, a quien le envío un cariñoso saludo. En lo profesional, agradecer todo lo que me entregó en mi formación la Escuela España, el Liceo Luis Alberto Barrera y la UMAG, como así también a dos personas pilares como lo son Ricardo Andrade y Carlos Faganni”.