El arquitecto Jaime Alcarraz, gerente general de la empresa constructora Alcarraz Limitada, responsable del proyecto Altos del Estrecho, ubicado en Porvenir, desmintió categóricamente y con abundante documentación oficial y certificados, la denuncia de la prevencionista de riesgos Daniela Cossio, acerca de la situación de las obras, los procedimientos empleados y la demora en la entrega de las viviendas.
En primer lugar, el arquitecto Alcarraz indicó que la denunciante no es parte del proyecto comunitario, pero que sí lo es su marido, un empleado público, que forma parte de un grupo que podría ser calificado, al interior de la organización, como “díscolo”, es decir, la vinculación de la denunciante es indirecta ya que es su marido quien sí lo es.
El arquitecto agregó que el acuerdo firmado con la organización, con la firma de su presidente de la comunidad, Luis Gallardo, fue autorizado por la mitad más uno de los concurrentes a una asamblea, donde se analizaron todos los aspectos referidos a la construcción del grupo habitacional, situado a un costado del camino al aeropuerto de Porvenir, detrás de otros conjuntos residenciales construidos por el estado y que no ha habido ni hubo nada personal, sólo el cumplimiento, por parte de Gallardo, de un mandato de sus representados.
El gerente general de la constructora añadió que el terreno fue adquirido en noviembre del año 2013; las obras se iniciaron en junio del año siguiente y que, en abril del año pasado, se mostró lo avanzado (lo logrado con mucha antelación en términos de plazos acordados) en términos de edificación y se mostró la casa piloto, ante autoridades nacionales, regionales, provinciales y comunales y los socios de la organización, ante la presencia del Ministro de Defensa, por esos días, de visita en la zona austral.
Posteriormente, hubo gestiones que demoraron la obra porque la autorización para constituir un condominio, pese a las gestiones realizadas por la empresa, la municipalidad de Porvenir, finalmente, no la otorgó porque, entre otras razones, se cortaría una calle de la capital fueguina.
Pero, afirmó el representante de la constructora, se siguió trabajando y tramitando los permisos para instalar servicios básicos, como luz, gas y electricidad, faltando sólo el del agua potable, es decir, se tienen 3 de cuatro requisitos necesarios para cumplir con las exigencias de la recepción de obras y este último certificado se tramitó ya ante Aguas Magallanes en Punta Arenas, con las gestiones del mismo Jefe de obra, el ingeniero en construcción Rubén Alcarraz.
El arquitecto Alcarraz añadió que cada uno de los integrantes de la organización comunitaria “Altos del Estrecho”, ha recibido ya una indemnización de 400 mil pesos por cada mes de demora, es decir, eso ha tenido un costo millonario para la constructora, cuyos pagos han sido por avance de obras, cancelados por la Jefatura para la Adquisición de Viviendas del Ejército (JAVE).
El ejecutivo añadió que al conocer los detalles de la denuncia de Daniela Cossio decidió iniciar acciones legales en su contra porque hablar de estafa “es cosa que es totalmente calumniosa y falsa” y, más aún, señalar que la empresa ha tenido problemas en otras obras, como en Puerto Natales o en Punta Arenas, lo cual tampoco es efectivo y de ello pueden dar fe quienes son los responsables de ejecutarlas, es más, llevan un adelanto notable en los plazos establecidos, agregó Alcarraz.
Mejoras
Finalmente, y con evidente molestia y decepción por una denuncia que carece de base, que no tiene explicación y que respondería a razones personales de la denunciante, el arquitecto Alcarraz indicó que la empresa ha realizado acciones que mejoran la calidad de las vivienda y señaló como tales “vidrios cien por ciento termo paneles; zinc pre pintado; puertas acústicas; acreditación energética; instalación de calentadores; pago de gastos notariales ante el Conservador de Bienes Raíces, y la instalación de focos LED fotovoltaicos en las áreas verdes del conjunto residencial en Porvenir.
De acuerdo con el mismo arquitecto Alcarraz, las viviendas sería entregadas o a mediados o a fines del mese de marzo, pero que si alguna familia quisiera ocuparlas ya, podría hacerlo sin ningún problema.