Esta estructura de estilo jónico-renacentista, es una obra de la congregación salesiana de Punta Arenas.
La primera estructura, que tenía fines educativos, se construyó en 1892, pero fue devorada por un feroz incendio a solo cuatro meses de su inauguración. Tras el lamentable episodio, monseñor José Fagnano, nombrado prefecto apostólico de la Patagonia por el mismísimo Juan Bosco en 1887, se lanza a la tarea de construir un nuevo templo. Es así como, nueve años después (1901), se termina de erigir la nueva iglesia, tal como la conocemos hoy, transformándose en ese entonces en el primer edificio de importancia de la ciudad.
Las columnas del interior, que soportan la estructura principal y la dividen de los pasillos laterales, son grandes troncos de lenga revestidos.
Si se mira el frontis de la iglesia, al costado izquierdo, se encuentra la figura esculpida de uno de los sacerdotes misioneros salesianos más destacado de Chile: monseñor José Fagnano Vero. Los restos mortales del “Capitán Bueno”, como le decían los indígenas, a quienes protegió, descansan en la catedral que él mismo ayudó a construir.
El legado de José Fagnano en la Patagonia se encuentra en el nombre de un lago, una calle, un observatorio y un colegio en Puerto Natales.
Nota de Alberto Herrera [email protected]