La explotación sexual comercial en niños, niñas y adolescentes ha ido en aumento en la región, según la ONG Raíces, que desde mayo está en la región ejecutando dos programas del Sename: el Programa de Intervención Especializada (PIE) y el Programa de Protección Especializada en Explotación Sexual Comercial Infantil y Adolescente (PEE).
Pingüino Multimedia conversó ayer con la directora ejecutiva de la ONG Raíces, Denisse Araya, y el director del PEE, Esteban Pérez.
“Nosotros fuimos llegando a esta problemática a partir del año 96. Fuimos llegando lentamente a través de un trabajo con mujeres, que muchas de sus hijas comenzaron a tener bebés, nos metimos a hacer el trabajo con la mamá adolescente y posteriormente fuimos detectando lentamente la explotación sexual de niñas o la muy mal llamada prostitución. Los niños no se prostituyen, son prostituidos por adultos y no es opción de los niños y niñas llegar a esa situación, hay que tenerlo claro”, afirmó Araya.
Además, enfatizó que “son niños que desde que nacen han vivido pura violencia. No cualquier chico o chica llega a la explotación. Son niños que han sido vulnerados toda la vida, desde los inicios”.
Agregó que “siempre se dice que son los niños pobres, pero no necesariamente es así. La pobreza ayuda, pero acá estamos hablando de la extrema marginalidad y el desamor. Son niños que fueron abusados sexualmente desde los inicios y de ahí a que les comenzaran a pagar por algo que les habían hecho toda la vida, ellos no notan una diferencia”.
La directora ejecutiva fue clara en señalar que “los proxenetas saben muy bien cómo manipular con los afectos. Son niños que no han tenido afecto por ningún lado y los proxenetas aprovechan la situación y se preocupan de ellos”. Agregó que “en la región el 80% de los menores que sufren explotación son mujeres, pero han ido en incremento el último año los varones”.
Por su parte, el director del PEE, Esteban Pérez, explicó la decisión de llegar a Magallanes para pesquisar la explotación sexual infantil. “Esto es algo que no se veía mucho, estaba súper invisibilizado en la región. Como acá somos una ciudad puerto, porque está la frontera, porque aquí hay mucha población flotante, somos una ciudad turística. Entonces, obviamente se dan las condiciones para que eso suceda. Por ello, empezamos a trabajar en esto desde el año 2010 con la ONG Raíces en una alianza colaborativa. Pero después de varios años estamos contentos de que esto se haya podido materializar”.
Pérez comentó que son 37 cupos los que dispondrá la región en ambos programas y afirmó que “en la región ya se han pesquisado nueve casos, de los cuales siete ya fueron derivados al programa PEE. Son todas niñas y las edades fluctúan entre los 13 y los 16 años”.
ONG Raíces es una corporación sin fines de lucro dedicada a la promoción y restitución de los derechos de niñas, niños, adolescentes y mujeres. Han trabajado en todo el país por más de 20 años, poniendo énfasis en la violencia sexual y trata de personas.