Un largo historial de delitos mantiene un imputado, oriundo de Santiago, quien llegó a Punta Arenas para estafar a los magallánicos con la venta de equipos celulares.
Cristóbal Claudio Azócar Mella, de 28 años, esta vez fue atrapado en la capital de la Región de Magallanes, luego de hacer caer a sus víctimas en pleno centro de Punta Arenas. Fue detenido y trasladado ayer hasta el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, donde fue formalizado.
En la audiencia, el fiscal suplente, Cristián Opazo, indicó al imputado que se iniciaba una investigación en su contra por los hechos que se registraron alrededor de las 14,20 horas del jueves 29 de junio, mientras una de las víctimas se retiraba de un gimnasio en pleno centro de Punta Arenas, de calle Bories, se le acercó el imputado que le ofreció a la venta un celular Samsung Galaxy S7, el cual le fue exhibido a la víctima funcionando, razón por la cual la afectada accedió cancelando la suma de 70 mil pesos, sin embargo Azócar Mella le entregó una funda que presumiblemente contenía el equipo celular, sin embargo al ser revisado se percató que había una placa de vidrio con la misma apariencia del celular.
El segundo hecho ocurrió el mismo jueves, pero alrededor de las 17 horas, en circunstancias que otra víctima transitaba con su grupo familiar por calle Bories, donde fue abordado por el imputado que le ofreció el mismo equipo celular, ofreciéndoselo en la suma de 100 mil pesos. En esos momentos el afectado le ofreció 25 mil pesos por el equipo, lo que fue aceptado por el imputado que le entregó el envoltorio con un trozo de vidrio con similar peso y dimensiones del celular. Tras esto, la última víctima se percató que su estafador se encontraba en las afueras de otra tienda, donde le conminó a que le devolviera el dinero, ante lo cual el imputado lo amenazó de muerte. Al lugar concurrió Carabineros, quien lo detuvo. En la acción agredió a un funcionario policial.
Con estos antecedentes Azócar fue formalizado por dos delitos de estafa, amenazas y lesiones a Carabineros en acto de servicio. A pesar de su amplio prontuario recuperó su libertad, quedando con arraigo regional por un plazo de 45 días que se fijó para el cierre de la investigación.
Delitos en otras ciudades
Entre el historial delictivo de Azócar Mella se encuentra su participación cuando tenía 18 años el 2006, en la ciudad de Antofagasta, donde también fue condenado por estafa luego que junto a otro individuo intentaban vender cámaras digitales, pero entregaban posteriormente otras especies, del mismo peso, consistente en latas de bebidas.
Por su parte, el año 2012 en la misma ciudad de Antofagasta, Azócar Mella estuvo involucrado en el robo a un cajero automático. En esa ocasión llegó junto a otros sujetos en una camioneta robada a un supermercado, donde ataron un cajero automático con un cable de acero logrando sustraer 4 millones de pesos.