3 de mayo de 2025
El tiempo - Tutiempo.net

Avenida España #959
61 2 292900

Súmate a nuestras redes sociales

Ediciones Anteriores

Buscador de noticias

RECIBE GRATIS

Diario El Pingüino todos los días donde quieras.
Lo último de nuestras redes sociales

Jumanji: un juego de roles

entretencion
04/01/2018 a las 12:00
4085

EVALUACIÓN: 3 de 5 PALOMITAS

La complejidad de cada identidad y personalidad hace que, si bien hay tendencias sociales agrupadoras, sea difícil establecer de manera rápida el entramado psicosocial e individual de cada quien. Este es uno de los problemas con los que se encuentran muchas películas, que en poco espacio de tiempo tienen que mostrarle al espectador cómo son sus personajes.

Si bien hay films que no rehuyen de esta problemática, los que son dirigidos a públicos masivos suelen utilizar estrategias que permitan una fácil asimilación de las características de los personajes por parte del espectador.
En el caso de la nueva versión de Jumanji, se utilizó una de las maneras a la que más veces se debe haber recurrido en el cine hollywoodense: las tipificaciones de escolares adolescentes. Esta fórmula tiene doble éxito.

Primero, porque el colegio como institución, es un lugar por el que la inmensa mayoría del público objetivo ha pasado (o pasará), siendo fácil identificarse con el contexto. Segundo, porque se han utilizado tantas veces las identidades del High School estadounidense, que el referir a, por ejemplo, una chica popular, nos lleva a todo ese cúmulo de “conocimiento” entregado a través de décadas de cine.

Es así como la versión 2017 del film protagonizado en 1995 por el fallecido Robin Williams, descomplejiza de entrada a cada personaje. Además, Jumanji: En la selva, intenta ser aún más directo con su audiencia, desechando el juego de mesa (¿considerándolo obsoleto?) y haciendo entrar en su  lugar al juego de video.

Los cuatro protagonistas que son atrapados por la consola representan, entonces, identidades archiconocidas del High School: la chica tímida, el deportista exitoso, la rubia popular y el nerd. Al ser transportados a este mundo de fantasía, cada uno de ellos toma el cuerpo y las habilidades de los personajes del videojuego, por lo que hay un cruce entre capacidades físicas de la ficción y la psicología de los escolares.

No hay que ser un experto en cine para darse cuenta que la intención de los guionistas es concentrar en un personaje, dos polos opuestos. Es así como el nerd se transforma en el musculoso y hábil doctor Smolder Bravestone (interpretado por Dwayne Johnson, la Roca) y la chica tímida en una bella y atractiva mujer (Karen Gillan).

En los otros dos casos me detendré brevemente. Porque si bien a los que “estaban mal” se les benefició con su “opuesto bueno”, a quienes eran populares se les castiga con su “opuesto malo”. En el caso del deportista, un joven afroamericano, lo peor que le puede pasar es ser un personaje de pocas habilidades físicas y que está obligado a ceder su protagonismo (Kevin Hart). Sin intención de ser minucioso, este joven negro, cambia de estatura, de complexión y de fuerza, pero sigue teniendo el mismo color de piel en el videojuego… ¿nos estarán tratando de decir que eso no puede empeorar? Quizás, se está pecando de hilar demasiado fino.

En el caso de la chica popular, ésta termina en el cuerpo de un hombre barrigón (Jack Black). ¿El opuesto total de una chica atractiva es un hombre? Tal vez esto entra en una lógica cavernícola de intentar situar a la mujer sólo en su relación con el hombre.

Hecho este paréntesis especulativo, la perduración de las características psicológicas de los escolares hace que el contraste sea entretenido. En el estilo “La venganza de los nerds”, el musculoso Braveheart toma un protagonismo que le sería imposible en la vida real y la chica rubia convertida en un peludo barrigón se roba la película, gracias a una tremenda actuación de Jack Black, quien es el chaleco salvavidas de una historia que podría ser entretenida, pero que florece de comicidad gracias al actor de “Escuela de Rock”.

Pese a todo el argumento entregado, lo interesante de esta nueva Jumanji es la humildad que se tiene. No cabe dudas que no hay intención de hacer una buena película, pero sí de ser jovial. Eso se logra principalmente gracias a este juego de roles, digno de la teleserie “Lola”, que asegura entretención, tal como cuando los humoristas utilizan la vieja confiable de los “malvados” políticos en sus rutinas.

Como descanso de la mente, este film, escrito por Chris McKenna, logra su cometido, pese a que a ratos pareciera una parodia de la versión de 1995. Poca complejidad y entretención probada, una fórmula perfecta para quienes prefieren mover la mandíbula antes que presenciar lo que será un futuro Oscar.

Pingüino Multimedia entrega este espacio a su público para la expresión personal de opiniones y comentarios, apelando al respeto entre los usuarios y desligándose por completo del contenido de los comentarios emitidos.

Comentarios


Publicidad