Los ganaderos de la Región de Magallanes mantienen la preocupación y esperan que se fortalezcan los operativos de vigilancia para, de esta manera, combatir el robo de ganado que afecta severamente su patrimonio con la comisión del delito de abigeato.

Según se ha podido establecer, tras conversar con propietarios de ganado, se trata de una situación preocupante que afecta no sólo a los grandes ganaderos de la región sino también a aquellos que mantienen pequeñas cantidades de diversos animales, calificando de fundamental fortalecer los operativos de vigilancia.

De tal forma, preocupa también la situación en la que actualmente se mantiene el ex retén de Carabineros de Kon Aiken, ubicado a 32 kilómetros al norte de la ciudad de Punta Arenas, y que desde hace algún tiempo carece de la presencia policial, luego que se desplazara la necesidad de ese puesto de control por la nueva Subcomisaría de Río Seco.

Por esto, los ganaderos dicen mantener la incertidumbre sobre si este puesto se mantendrá o, definitivamente, la institución policial la cerrará. Esto sería extremadamente nocivo para un efectivo control y evitar la comisión de un delito, no sólo en torno al abigeato.

Explican que cuando se cometen este tipo de robos, muchas veces se faena a los animales y se vende la carne en el comercio informal, lo que hace más complicado su control. Por este motivo en diversas oportunidades los ganaderos del sector han hecho presente la inquietud que mantienen, toda vez que se pudiera plantear el cierre de las instalaciones del retén de Kon Aiken que, por años, ha logrado cumplir un importante rol de control.

Ante los índices sostenidos de abigeato, además del robo de implementos agrícolas de los campos magallánicos, los ganaderos continúan exigiendo mayor actuación de las autoridades encargadas de la prevención.

Más seguridad

Se ha explicado por parte de ganaderos que cuando el retén de Kon Aiken funcionaba las 24 horas, se sentía más seguridad porque era posible contar con Carabineros para un efectivo control, lo que iba en directo apoyo a la comunidad cercana. Además, consideran que la presencia de personal policial era mucho más efectiva en todo sentido y los tiempos de respuesta también disminuían.

Hoy el retén se ve vacío, gran parte del día se mantiene cerrado y sin ningún funcionario, generándose incertidumbre sobre el futuro de este emplazamiento policial que, por años, cumplió un rol importante en el control, especialmente contra la comisión del delito de abigeato.