El despoblamiento de algunas localidades rurales de Magallanes, producto del sostenido éxodo de sus habitantes hacia las ciudades más grandes de la región, no solo se relaciona con la búsqueda de mejores oportunidades, sino también con cuestiones tan básicas como tener una casa donde vivir.
Es el caso de Puerto Williams, en la comuna de Cabo de Hornos, la ciudad más austral del país, aunque según la clasificación del INE en rigor es considerado pueblo, porque con sus 2.200 habitantes está muy por debajo de los más de 5.000 que se requieren para tener esa denominación.
Respecto de la imposibilidad actual de tener un terreno donde construir una casa, el gobernador de la provincia Antártica, Juan José Arcos, manifestó que “es una anhelada necesidad que podamos tener terrenos para que las personas puedan adquirir una propiedad, porque el hecho de que todos los terrenos colindantes con la ciudad sean fiscales, ha significado que no existe la posibilidad de que muchas personas que trabajan en Puerto Williams puedan radicarse acá”.
Para la máxima autoridad provincial las cifras son elocuentes y las despliega sobre la mesa, “hoy día tenemos alrededor de 300 empleados públicos que viven en viviendas fiscales. A eso hay que agregar los 240 trabajadores de la construcción que viven en hostales y en alojamientos otorgados por sus empresas. Además, 300 de los 400 pescadores que trabajan en la provincia viven en las caletas o en sus propias lanchas. También los 180 empleados temporales que trabajan para plantas pesqueras.
Todos ellos, que suman más de mil personas, actualmente tienen una condición precaria de vivienda, ninguno tiene una propiedad en Puerto Williams”.
La consecuencia de eso, dijo el gobernador Arcos, “es que terminada su etapa laboral, necesariamente deben emigrar y es precisamente lo que no queremos. Por eso es que no ha habido crecimiento en Puerto Williams, porque las personas no han tenido la posibilidad de tener un terreno y desarrollar su núcleo familiar”.
Venta de terrenos fiscales
Con el diagnóstico claro, el gobernador planteó al Ministerio de Bienes Nacionales lo que solucionaría en parte el problema del despoblamiento, un plan piloto especial que permitirá usar el artículo 11 del Decreto Ley 19.039, sobre adquisición, administración y disposición de bienes del Estado, para enajenar terrenos fiscales a particulares.
“A través del programa Chile Propietario y el plan de poblamiento, lo que vamos a hacer es que las personas puedan quedarse y vivir en Puerto Williams, lo que provoca un beneficio para todos los habitantes de la provincia”, explicó.
Pero la permanencia de los habitantes en esas tierras australes no pasa solamente por la posibilidad de vender terrenos que hoy son fiscales. Arcos lo tiene muy claro.
- Ese perfil, sin duda, corresponde a un segmento de la población de Williams, ¿pero qué se hace para retener a los más jóvenes?
“También es un tema relevante, porque muchos jóvenes se forman profesionalmente y después no regresan. Y reitero, es por lo mismo, dónde viven. Porque muchos de ellos pueden tener los recursos para comprar una vivienda, pero no hay oferta. Existen 700 viviendas, pero están todas ocupadas. No hay casas vacías”.