Una de cada tres personas por cada cien mil habitantes entre 30 y 50 años, hombres y mujeres, todos por igual, así de poco frecuente en el Síndrome de Guillain-Barré, enfermedad neurológica que es catalogada como una neuropatía, que afecta fundamentalmente los nervios motores, eso implica que los pacientes presenten una debilidad aguda y se presenta como una enfermedad respiratoria o digestiva.
En Magallanes, durante los últimos dos años, se han diagnosticado doce casos, presentándose el registro más alto en 2017 donde se diagnosticaron diez casos y en lo que va de año solo dos personas han presentado esta patología.
Puerto Natales
Corría el año 2009, específicamente en marzo, cuando Álex Torres, quien en ese momento tenía 29 años, se encontraba en Puerto Natales, desempeñando sus labores en el área de la construcción. Según cuenta, de un momento a otro comenzó a sentir cansancio en sus extremidades inferiores, “era como si tuviera unos bloques en los pies, sentía una gran pesadez, después de varios días comencé a sentir que no tenía fuerzas en mis manos y en mi brazos, eso lo noté al momento que agarré un martillo, iba clavar un clavo y era tal la sensación que lo tuve que agarrar (martillo) con las dos manos. En ese momento me di cuenta de que algo extraño me pasaba, pero como era más joven decidí irme a la casa donde me estaba quedando, porque pensé que solo era cansancio”, contó.
Después de varios días con una leve preocupación, Torres explicó que “afortunadamente, mi esposa y mi hermano llegaron a mi casa y cuando me vieron en ese estado decidieron llevarme a un médico general, donde me revisaron y me hicieron varias preguntas. La doctora que me atendió me recomendó que me fuera urgente al Hospital Regional Lautaro Navarro de Punta Arenas, porque en Puerto Natales no habían especialistas ni tratamientos para lo que yo tenía. De igual forma, era tan complicado que la doctora no me decía qué era lo que tenía”.
Al momento de llegar a la sala de emergencias del antiguo hospital regional, Torres dice que lo tuvieron que sentar en una silla de ruedas, porque las piernas ya no las podía mover y cuando le empezaron a hacer los primeros exámenes lo derivaron de manera inmediata a la Unidad de Tratamiento Intensivo, donde estuvo por dos semanas. “En ese momento los doctores me dijeron que había llegado a tiempo porque si hubiese pasado un día más me iba a complicar la parte respiratoria y podía fallecer. De ahí, gracias a Dios, todo salió bien y estuve varios meses en medicina general con rehabilitación y varios exámenes, hasta que luego de un año y medio pude salir de ese cuadro tan complicado”.
Torres contó que su esposa Katherine Loaiza y su hermano fueron un pilar fundamental en su proceso de recuperación, ya que sin ellas no habría salido adelante.
Secuelas
Con un par de secuelas y con la preocupación de que le pueda volver a ocurrir, Álex Torres, quien ahora tiene 37 años, señaló que “a veces mi pierna izquierda y mi mano derecha tiemblan, pero eso no me ha impedido volver a hacer mi rutina diaria, ya que ahora sigo jugando fútbol y todo ha ido bien. Sin embargo, estoy atento a cualquier síntoma que me pueda volver a ocurrir, porque los doctores me han dicho que el síndrome puede volver”.
@JesúsNieves