En 1978, en Magallanes, una pugna con el país vecino casi desata una guerra que se conoce como el Conflicto del Beagle, un momento histórico en que Chile y Argentina tenían fuertes desacuerdos por la soberanía de islas y espacios marítimos adyacentes al canal homónimo y al Cabo de Hornos, y que alcanzó su punto cúlmine cuando las Fuerzas Armadas transandinas se alistaron para ocupar el terreno en disputa
Han pasado 40 años de esa fecha, que de no mediar la intervención del Papa Juan Pablo II, aquella “casi guerra” podría haber significado la muerte de miles de personas. Ayer, 96 veteranos regresaron a Punta Arenas y a las instalaciones de la Brigada Acorazada de Ojo Bueno, donde les rindieron un homenaje por defender la soberanía de Chile. El mayor Rodrigo Gallardo, comandante del grupo de tanques número 6 Dragones, señaló que esta es la primera vez que se realiza una conmemoración a los veteranos del conflicto, “hoy contamos con la presencia de 96 veteranos, de ellos 31 viven en la ciudad de Punta Arenas, porque muchos se quedaron después del conflicto del ‘78, los demás han viajado desde distintas zonas del país para reencontrarse con sus pares”.
En la oportunidad, celebraron una misa en honor a los que ya no están, donde la emoción invadió los rostros de los presentes, entre los que se encontraban nietos, hijos, esposas y viudas. Todos concordaron en que durante los largos días que vivieron en la zona, la gente de Punta Arenas fue crucial para sentirse acompañados, ya que mayormente se trataba de jóvenes de 18 años provenientes del norte del país. La misa fue precedida por la instalación de una placa en el recinto en honor a los veteranos, luego almorzaron en el regimiento.
Hoy realizarán una visita a la Estancia Entre Vientos y al Museo de los Soldados de la Paz del año ‘78. Por último, mañana cerrarán el encuentro con un desfile en la Plaza Muñoz Gamero.
Elizabeth Murga