El 17 de diciembre de 1949 dos terremotos sacudieron a Magallanes. Desde entonces, la urbe se erige como una espectadora de los sismos de gran intensidad que han sacudido al país, pero con el riesgo latente de un nuevo evento tras casi 70 años sin un remezón fuerte.

Al contrario de lo que ocurre en el resto de Chile, los sismos son poco habituales en las ciudades de Punta Arenas y Puerto Williams.

Pero el pasado lunes hubo tres movimientos telúricos de mediana y mayor intensidad (6,2, 5,8 y 5,6) que fueron registrados en el Paso Drake, a más de 300 kilómetros de Puerto Williams. ¿La culpable? La placa Escocia.

Por tanto, queda descartada como causante de este hecho la placa de Nazca, la que generalmente se mete por debajo de la placa Sudamericana, y nos mantiene siempre en alerta por los terremotos en esta parte del mundo.

En este escenario, el director regional de la Onemi, Juan Carlos Andrades, manifestó que “a lo que hay que poner alerta y prepararse, es a la frecuencia, al hecho de que en un mismo día tuvimos tres sismos en el Paso Drake, que es producto de la subducción (hundimiento) de la falla Antártica bajo la placa Escocia”.

Lo que a su vez ratificó el director del Centro Sismológico Nacional (CSN), Sergio Barrientos, quien dijo que “los sismos de este lunes ocurrieron por la interacción de las placas Antárticas y Escocia. Esta es una especie de cuña que está al sur del Estrecho de Magallanes y del Lago Fagnano (Tierra del Fuego), en el límite norte, en el borde con la placa Sudamericana”, señaló Barrientos.

Asimismo, Barrientos explicó que mientras la placa de Nazca penetra bajo la Sudamericana a una velocidad de 6,5 centímetros por año, la placa Escocia se mueve de manera horizontal y a una velocidad de 0,7 milímetros por año.

Los tres sismos del lunes se produjeron en el sector de contacto entre la placa Sudamericana y Escocia, según Barrientos. ¿Qué papel juega la placa Antártica? Según el académico, ella empuja a la placa Escocia y trata de meterse por debajo de ella.

“En el caso del Estrecho de Magallanes, los temblores solamente están confinados a los primeros 15 o 18 kilómetros de profundidad a lo largo de todo el contacto”, comentó Barrientos.

También dijo que la actividad de estas placas patagónicas es menor que la del resto del país. Pero esto no significa la ausencia de grandes terremotos. “Como el que hubo el 17 de diciembre de 1949. Ocurrieron dos temblores, uno de ellos alrededor de 7,7 o 7,8 y el otro quizás un poco menor, separados por 8 horas. Creemos que fue por contacto entre la placa Sudamericana y la Escocesa”, sostuvo.

Al respecto, el director del Centro Sismológico Nacional, aseguró que en esa zona, al igual como en otros lugares del país, “se está acumulando deformación que en algún momento se va a liberar como terremoto”. Señala que los sensores han detectado “pequeños temblorcitos que están ocurriendo”.

Respecto de posibles tsunamis, Sergio Barrientos manifiestó que “en terremotos donde una placa se mueve horizontal respecto de otra, hay poca deformación vertical de la tierra, entonces no va a generar un fenómeno de importancia si va bajo el agua”.

Sin embargo, no descarta otros problemas, como deslizamientos de tierra y “gatillamiento de otros fenómenos que generen un tsunami”.

Tras la revisión de diferentes fuentes, hasta el momento, no existen datos del mundo científico para sacar una teoría respecto de la experiencia de Magallanes con los movimientos telúricos de mayor intensidad, ni tampoco modelos que puedan dar cuenta de una periodicidad, a diferencia del resto de Chile, que se caracteriza por pertenecer al ranking de las zonas más sísmicas del mundo.

@NilisMorales