Hasta 2,4 metros de longitud y 1.600 kilos de peso llegó a medir el Mylodon darwini (en su nombre científico). El nombre “Mylodon” fue dado por el paleontólogo Richard Owen el cual había sido encontrado por Charles Darwin en una formación de conglomerado rocoso en Bahía Blanca, el 22 de septiembre de 1832. Hecho ocurrido durante el Segundo viaje del HMS Beagle 2.

El nombre deriva de los términos griegos mylos (moler) y odon (diente), lo que hace referencia a los molares.

En 1896, en la Provincia de Última Esperanza,Región de Magallanes, durante una expedición de reconocimiento, el colono alemán Hermann Eberhard, junto a un grupo de trabajadores, descubrió restos de piel y huesos en excelente estado de conservación en el interior de una cueva, que bautizaron con el nombre de Gruta Eberhard, hoy conocida como Cueva del Milodón.

Hoy en pleno siglo veintiuno el investigador del museo de la Plata en Argentina, Néstor Toledo indicó que el mítico milodón llegó a pesar 1.600 kilogramos y tenía, según Toledo, “el porte de un rinoceronte negro africano”.

Sobre la misma línea se indicó también que este extinto animal tenía como depredador natural al tigre dientes de sable, ya que según los fósiles que se han encontrado de forma reciente confirmarían esta teoría, ya que se han hallado mordeduras en la base del cráneo que sostendrían la hipótesis.

En cuanto a la interacción con humanos, cabe destacar que las evidencias concretas de esta relación se han registrado únicamente en la cueva Fell, ubicada en las cercanías de la entrada al Parque Nacional Pali Aike, en la comuna de Laguna Blanca.

En este lugar existen registros de huesos de milodón juvenil con huellas de corte realizadas por herramientas hechas por la mano del hombre de aquella época y que concretamente evidencian la importancia de este animal en la dieta de los habitantes de la Patagonia.

Cabe destacar de igual forma que el milodón se extinguió principalmente debido al cambio climático y a la transformación del paisaje natural a fines de la época del Pleistoceno, es decir hace unos 10 mil años en el pasado.

En la Cueva del Milodón se proyecta activar nuevos trabajos arqueológicos y paleontológicos de largo plazo a partir del año 2020, la idea que se mantiene es encontrar evidencias.