Una investigación científica de la Universidad Austral de Chile (UACh) ratificó que el perro ovejero patagón o simplemente “barbucho”, es una raza chilena única y distinta y que tuvo sus orígenes en la Región de Magallanes.

El estudio de la UACh se inició 2014 y durante la investigación se analizaron varios ejemplares del can para determinar su estructura morfológica y fenotípica, gracias a esto se descubrió que el “barbucho” es único, a diferencia de otras especies del mismo tipo.

Hay que destacar que el perro ovejero patagónico es un can destinado a la ganadería ovina y que está ubicado desde Coyhaique a Tierra del Fuego.

Diario El Pingüino conversó con el criador de perros ovejeros Juan Kusanovic, quien señaló que el antepasado del “barbucho” llegó a estas tierras bajo el cuidado de personas de origen escocés, desde las Islas Malvinas, para trabajar en la pujante industria ganadera entre 1870 y 1910. El antepasado del “barbucho” era conocido como “Old Working Dogs”, que en el español significa “viejo perro de trabajo”.

Con el paso de los años, los “Old Working Dogs” se fueron reproduciendo y mezclando con los perros autóctonos de la Patagonia, para crear el actual Ovejero Patagón. Sobre el destino que le aguardó al antepasado del “barbucho”, solo hay que indicar que hoy yace extinto, por lo menos en la Patagonia.

Sobre las características del Ovejero Patagón, Juan Kusanovic indicó que “es un perro confiable y muy inteligente, es pequeño, de 60 a 70 centímetros y se pueden hacer maravillas”.

Agregó también que “si uno quiere guiar a un piño de ovejas, el perro puede ser enviado muy lejos y se las trae todas. Todo es parte del entrenamiento y no cualquier perro puede hacer eso, como digo, son muy inteligentes, son capaces de aprender mucho”.