Esta semana fue el Día del Trabajador Social, y soy trabajadora social, y valoro mi profesión, porque soy alguien con fuerte compromiso social y rechazo a la inmoralidad, la falta derechos y deberes o los abusos de personas que no cuentan con los recursos necesarios para defenderse. Esto desarrolla una gran capacidad de gestión en la búsqueda de soluciones y respuesta ante tan gran abanico de necesidades. Y en esta búsqueda por la paz y soluciones a los requerimientos de los chilenos y chilenas, no me cabe la menor duda de que seremos grandes agentes de cambio en pro de bienestar de cada uno de los habitantes de nuestro país.

Un trabajador social es aquel profesional que dedica su carrera al servicio de personas en situación de riesgo social y que busca ayudarles de manera directa o preventiva mediante la elaboración de planes e intervenciones, para así actuar sobre las causas que están generando esta situación, pero esto no está limitado al actuar, sino que a un cúmulo de funciones.

En ese sentido, el trabajo social es un campo de estudio y acción vinculado con varias tareas y ramas de las ciencias sociales, las humanidades y la intervención comunitaria. Por lo mismo, es un área que opera alrededor de conceptos como la justicia social, los derechos humanos, la diversidad, el respeto y la equidad, entre otros.

Esta disciplina está centrada en la atención del otro, por lo que su función principal es ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas. Somos los profesionales que nos dedicamos a promover activamente el cambio y el desarrollo social de las personas, encargándonos de promover el bienestar del individuo, atendiendo en todo momento sus carencias sociales, ya sean en el entorno familiar, grupal, comunitario o en el medio social en que viven.

En el área de gobierno y políticas públicas, el Trabajador Social se convierte en el canal o lazo entre las comunidades sociales y el gobierno, porque entiende el sentir de las comunidades sociales, palpa la carencia de un bien estar social y también detalla los sueños y deseos que tiene cada grupo social.

Entonces el trabajador social interviene dentro de los grupos sociales como un protagonista en la inspiración de las soluciones y que deben ser portadores de este sentir pensar y actuar.

El orgullo de la labor cumplida ha sido el gran pago que tenemos como trabajadores sociales, cuando hemos resuelto alguna situación social, y la esperanza de que cambiaremos las realidades de muchos, es lo que motiva a seguir trabajando en esta tan linda carrera, que nos permite desarrollarnos tanto profesionalmente como personalmente.  Y que nos permite trabajar en distintas áreas, no limitándonos en nuestras intervenciones.