Hace 41 años la crisis del Beagle con Argentina movilizó a gran parte de los esfuerzos del país en defensa de la soberanía nacional. Diferentes esfuerzos eran desplegados en toda nuestra frontera desde el árido desierto hasta los hielos australes, aprovechando la cordillera de Los Andes como un obstáculo natural, mantenía a las Fuerzas Armadas y de Orden en diferentes posiciones, sin embargo a medida que en sur la cordillera va desapareciendo, la amenaza de agresión aumentaba, eso pasaba precisamente en Magallanes, en donde ambos lados de la frontera se iba estableciendo una serie de engranajes de patrullas, secciones, batallones, brigadas y otros recursos dentro de una planificación que esperaba lo peor: la guerra entre Chile y Argentina.
El origen del estado de tensión radicaba en el laudo arbitral de Su Majestad Británica, el cual confirmaba el dominio de Chile de las islas Picton, Nueva, Lennox y requeríos adyacentes en el Canal Beagle. El triunfo diplomático chileno tras un largo proceso conllevo a la casi inmedita tensión con Argentina.
La declaración unilateral de Argentina de “Declarar unilateralmente nulo el aludo arbitral”, nos llevaba al realismo desde la perspectiva de las relaciones internacionales. Los Estados simplemente velan por sus intereses, eso hizo Argentina. Comenzó así un largo proceso de diplomacia directa y también de movilización que conllevo a los esfuerzos de millones de chilenos, el peligro de una guerra curiosamente era más palpable en el extremo norte y en el Magallanes, pues un eventual conflicto conllevaría un secuencia regional que involucraría necesariamente la denominada Hipótesis Vecinal 3 (Chile en contra de Argentina-Perú-Bolivia), sin embargo esto activaría diferentes conflictos pendientes en donde Ecuador y Brasil también comenzaron a realizar diferentes maniobras que eventualmente también preocuparon a Argentina y Perú.
Los hospitales de la Región de Magallanes pintaron la cruz roja en los techos, se comenzó a movilizar reservistas, muchos en Magallanes se presentaron como voluntarios y pusieron todos los medios disponibles a las fuerzas de defensa, los vuelos charter llegaban incesantemente con soldados y carabineros desde la zona central, todo a espera de la inminente guerra.
Llegado diciembre la tensión aumento y el día 13 de ese mes el general de división Nilo Floddy, Intendente y Comandante en Jefe del Teatro de Operación Conjunto, realizó su discurso a la población de Magallanes, directo y frontal hablo de la situación y las consecuencias de la guerra poniendo medios a disposición para que quien quisiera saliera de la región… nadie lo hizo.
El 22 de diciembre era el “Día D”, la operación “Soberanía” argentina comenzaba su despliegue, nuestros soldados y carabineros en la frontera, la Armada con recursos aéreos y navales, la FACh con estoicos esfuerzos, todos esperaban el inicio de las hostilidades por parte de Argentina…nada ocurrió.
La diplomacia jugo sus cartas con la mediación papal, una tormenta dio tiempo para el análisis estratégico el gobierno Argentino y sopesar la situación: el costo de invasión era demasiado alto para una aventura que se inició provocando, pero que concluyó con un pueblo chileno esperando con convicción, esto no haría fácil la tarea.
Hoy tras 41 años parece que la guerra fue una ficción, sin embargo la realidad muchas veces supera la ficción, quedando hoy muchos recuerdos en voces que lentamente se apagan, pero que deben ser registradas para las nuevas generaciones, mostrar que hubo un tiempo de entrega total por Chile en búsqueda de la paz pero que no se dudo en estar dispuestos en dar miles de combates y batallas en defensa de nuestra Patria.