Una visionaria investigación llevada a cabo por científicos del Centro de Estudios INIA Kampenaike de Punta Arenas, permitió al Ministerio de Agricultura iniciar la regulación y cuidado de reservorios de agua y CO2, a lo largo de 785 mil hectáreas desde Chiloé hasta Magallanes.
Así lo destacó ayer el seremi de Agricultura, Alfonso Roux, quien explicó que la nueva normativa exigirá desarrollar un plan de manejo para regular la intervención que se realiza en los ecosistemas de las turberas para extraer el musgo Sphagnum.
“Nos llena de orgullo como magallánicos que esta norma sea resultado de la visión que tuvo el Gobierno Regional para apoyar una investigación de INIA Kampenaike a través de un programa Fondema por $476 millones”. Se trata del proyecto “Bases ambientales, jurídicas y comerciales para el desarrollo sustentable de las turberas” y cuyos resultados permitieron dictaminar el DS que resguarda y conserva este recurso vegetal que, junto a la turba, representa un gran reservorio de CO2 y agua dulce para la humanidad, afirmó la autoridad.