En la cárcel quedó definitivamente un imputado de 29 años, quien fue formalizado el fin de semana como autor de un delito de tráfico de drogas. Ayer la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, resolvió que su libertad es un peligro para la seguridad de la sociedad, a pesar que la defensa apelaba a la pandemia del Coronavirus. Ayer en el máximo tribunal de Alzada de Magallanes, Fiscalía y defensa particular realizaron los alegatos vía videoconferencia, exponiendo sus argumentos. Tras esto, en horas de la noche, los ministros de la Corte de Apelaciones, revocó la decisión del Juzgado de Garantía que el sábado impuso arresto domiciliario total para Ernesto Sharp Riffo. “No resulta atendible la situación sanitaria del país para minimizar este peligro que se describió pues, en primer término, aquella es una circunstancia que escapa a los parámetros legales que reglamentan la procedencia de la prisión preventiva y en segundo lugar, la pandemia que nos afecta no modifica ni el delito ni la participación atribuida al imputado, por lo que no puede ser tenido en vista como un elemento a considerar para alterar aquellos elementos ni el peligro que representa la libertad del imputado para la seguridad social”. Señaló el fallo de los ministros de la Corte. Investigación La investigación la desarrolló el año pasado la sección especializada en drogas, el OS-7 de Carabineros de la Prefectura Magallanes, la que concluyó el viernes en Punta Arenas. Ernesto Sharp Riffo y Gabriela Portales Espinoza, fueron detenidos y puestos a disposición del Juzgado de Garantía de Punta Arenas, donde se detalló el procedimiento que desbarató la circulación de más de 70 millones de pesos en droga. El procedimiento se concentró en tres viviendas de distintos sectores de Punta Arenas, donde además de encontrar la droga y productos derivados, se encontraron aceites y un moderno sistema de cultivo indoor, con el que aseguraban el crecimiento de las plantas que tenían en proceso, por lo que fueron formalizados por tráfico de drogas. La pareja del imputado, como cómplice se le mantiene la cautelar de arresto domiciliario parcial, mientras que Sharp, permanece en la unidad de enfermería de la cárcel de Punta Arenas, luego de ser trasladado al Hospital Clínico de Magallanes, por sosprecha de Covid-19, examen que posteriormente dio negativo.