Sobre los años 70, en el tradicional e histórico autódromo de Cabo Negro, se comienza a escribir las primeras páginas del deporte tuerca en Magallanes y que lo comienza a ubicar como uno de los grandes deportes regionales.
Hitos que se enmarcan en históricas carreras desarrolladas con pilotos que se ganaron un nombre importante en la afición deportiva, como lo fueron los primeros que vivieron esos dramáticos duelos en aquella pista de tierra, donde el polvo se hacía protagonista importante del espectáculo o como en muchas otras ocasiones lo hacía el barro, donde los pilotos tenían que jugar y manejar con las circunstancias existentes y con ello la experiencia y maestría en el volante.
Sobre esos inicios destacan Esteban Capkovic, Mario Vitelli, Esteban Guic, Boico Maslov, “Tuly” Solo de Zaldivar, Ernesto “Chepa” Scepanovic, por nombrar algunos corredores de aquella época, que batallaron con la velocidad y la tierra hasta a fines de la época de los 70.
Del asfalto a la tierra
En 1983, se inauguró el asfalto en el autódromo de Cabo Negro y con ello muchos pilotos que compitieron a fines de los 70, pasaron de la tierra al asfalto. Entre ellos se formó un gran parque de corredores que integraban la categoría Turismo Carretera, entre los cuales podemos mencionar a Alejandro “Rancho” Pérez, Jorge Masle, Ernesto “Tincho” Gómez, Manuel Aqueveque, Luis Bishop, Antonio Bradasic, Domingo Caldichoury, Sandro Domic, Javier Barría, entre muchos más y a lo cual, en épocas en que se tenía mucha integración y convivencia con los pilotos argentinos, se llegaba a una cantidad de 25 vehículos, solo en competencia en la Turismo Carretera.
En estos días en que el deporte tuerca se ve bien posicionado, con un parque de más de 100 pilotos, bien vale reflexionar de todo lo que ha significado esta disciplina en Magallanes, donde el público de antaño y el actual lo sigue acompañando desde el histórico Cerro Mirador, como lo hacían hace 50 años, quizás con menos comodidades, pero sí con toda la pasión que se vive en las carreras de Cabo Negro, donde se mezcla el deporte y el picnic familiar y que hoy más que nunca necesita cuidarse y avanzar en el tiempo, con el respeto y el recuerdo a los más antiguos, pero también con las nuevas generaciones y los nuevos tiempos por querer seguir avanzando en este hermoso y tradicional deporte tuerca.