Por dos delitos de abuso sexual reiterado y uno de estupro (o violación de persona mayor de 14 años), se inició pasadas las 9.30 horas de ayer un juicio en contra de un individuo de 35 años que fue acusado de perpetrar estos ilícitos en contra de las dos pequeñas hijas de su exconviviente, situación ocurrida inicialmente hace seis años, llegando incluso a embarazar a una de las víctimas.
Los hechos
Según se describe en la acusación presentada por el Ministerio Público, los hechos se habrían suscitado en días no precisados del año 2014, cuando la mayor de las niñas, que en aquella época tenía 14 años de edad, se encontraba al interior de su domicilio ubicado en el sector centro de Punta Arenas, momento en que el imputado de iniciales J.A.Y.S., quien era el conviviente de la madre de la niña, comenzó a ganarse la confianza al generar dependencia afectiva con ésta, procediendo en un comienzo a efectuarle tocamientos de significación sexual, para posteriormente llevar a cabo conductas de mayor gravedad, violándola en reiteradas ocasiones y aprovechándose de la inexperiencia sexual de la víctima.
El individuo ejecutó estos actos hasta que a consecuencia de aquello la menor quedó embarazada y dio a luz a un hijo en marzo de 2017, instante en que el imputado cesó su conducta.
No obstante, el sujeto comenzaría a realizar los mismos actos de abuso sexual, esta vez en contra de la hermana menor de la primera víctima, de 10 años a esa fecha, perpetrando este ilícito de manera reiterada, los que se extendieron desde el año 2017 hasta el 2019.
Impactantes declaraciones
Ayer, por primera vez en la investigación, el acusado decidió renunciar a su derecho a guardar silencio, revelando impactantes detalles, por más de una hora, sobre parte de los hechos por los cuales fue investigado, donde aseveró que mantenía una relación con la mayor de las víctimas debido a la supuesta falta de afectividad que ésta tenía con la madre, y que –según él-, el hijo que tuvo con ella fue “algo que los dos quisimos”.
“La primera vez que tuvimos relaciones íntimas fue en la casa. Nunca lo negué, nunca abusé de mi poder como de ‘macho alfa’ de que todas las decisiones pasaban por mí y que yo tenía el control de toda la casa. Yo me gané el espacio, me gané ese cariño con hechos y nació esta relación. Al principio los dos sabíamos que no era lógico, que no podía ser, pero ninguno de los dos dio pie atrás”, develó.
“En ningún momento la obligué”
Prosiguió diciendo que “yo a ella en ningún momento la obligué a tener relaciones sexuales conmigo, desde ningún punto de vista, porque en ningún momento a mí se me pasó por la cabeza hacerle daño. Suena estúpido para ustedes o para la gente, pero yo empecé a sentir cosas muy fuertes por ella. Yo la quería mucho, de hecho la protegía demasiado. La madre siempre fue muy afectiva y sobreprotectora con la menor (otra víctima), pero yo hacía lo mismo con la mayor, la sobreprotegía, la cuidaba, evitaba de que su madre la retara. Conoció muchas cosas conmigo”.
Impactante y hasta difícil de comprender resulta ser lo que continuó señalando, en relación a cuando se enteró que él y la hija de su pareja de ese entonces se convertirían en padres, y pese a admitir haber violado a una menor de edad, sostuvo con mucha confianza que tener un hijo con una adolescente fue “consentido” entre ambos.
“Al momento en que me entero de que estaba embarazada, ella me lo comunicó por teléfono, me dijo que se había hecho un test de embarazo. Mi reacción no fue agresiva ni de desesperación, porque al final fue algo que los dos quisimos, porque ella en más de una ocasión me dijo que deseaba tener un hijo. En más de alguna ocasión me pidió a mí que nos vayamos lejos. Si no hubiese sido que yo sentía algo por ella, yo no le hubiese regalado un anillo de oro o una pulsera que tiene un valor alto para la edad de ella”, asumió.
Atribuyó consentimiento a una adolescente
Asimismo, descartó haberle pedido a la niña que interrumpiera su embarazo, concertando –supuestamente- con ella una historia, en que otro adolescente sería el verdadero padre de la criatura.
“En ningún momento le pedí a ella que aborte, porque fue algo que los dos hicimos, que los dos quisimos. Sí, debo reconocer y lo asumo, de que la historia de este muchacho fue creada quizás por cobardía, por temor, no lo sé, pero fue el momento preciso para buscar la manera de solucionar esto, porque hasta este entonces estábamos bastante acongojados porque la situación en la casa era insoportable, así que ambos quedamos de acuerdo de lo que se iba a decir, porque yo a ella no la obligué (…) Mucho tiempo después de que yo me fuera de la casa, yo me seguí viendo con ella, y estuvimos juntos, y tuvimos relaciones, cuando nuestro hijo iba al jardín”, expresó.
A la vez, reveló el instante en que su exconviviente se enteró de esta situación, indicando que “ella me encaró y me preguntó si efectivamente el bebé era hijo mío y yo le dije que sí. Obviamente no fue fácil para ella, y lo entiendo, porque no soy una persona que cause daño. Yo creo que si hubiese tenido la valentía, las cosas hubiesen sido totalmente diferentes”.
La otra víctima
En la acusación, también se detalló que el sujeto habría perpetrado abusos sexuales reiterados en contra de la hermana de la primera víctima, hija menor de su conviviente. Al respecto, declaró que la niña presentaba un carácter inquieto, por lo cual comenzó a ir a acostarse a su cama para hacerla dormir, llevándole su teléfono para distraerla.
“Muchas veces me desperté a las 7 de la mañana durmiendo con ella. Yo en ningún momento se me pasó por la mente hacerle daño. Yo me acostaba con ella, en más de una ocasión la abrazaba”, dijo, sin referirse en mayor detalle a los ilícitos en su contra por este caso, pero negando rotundamente la existencia de éstos.
Cabe precisar que tanto el fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson, como la abogada querellante, Martina Pradenas, están solicitando que se le imponga una pena de 15 años de cárcel efectiva al imputado.