A las 9.00 horas de ayer se dio inicio, en forma simultánea, a dos juicios en el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, en los cuales tres sujetos están acusados como autores de delitos de robo con intimidación, en hechos que acontecieron en 2019.
En una de las salas se revisó la causa en la que Javier Ariel Guerrero Hernández se ha mantenido en prisión preventiva desde el 8 de diciembre del año pasado.
En dicha acusación, el fiscal Sebastián González detalló que el hecho aconteció durante la mañana del 27 de julio de 2019, cuando el imputado, actuando agrupadamente con un segundo individuo no identificado, siguieron a la víctima identificada por las iniciales M.M.M. por calle Hormillas y próximo a la intersección con calle Claudio Bustos la tomaron bruscamente de su chaqueta, sujetándole también la mochila que portaba con distintas especies en su interior.
En ese instante, Guerrero Hernández se posicionó frente a ella y la intimidó con una cortapluma, la cual acercó a la altura del abdomen, diciéndole textualmente: “entrega la plata, entrega todas las cosas de valor que tení”.
Tras lo anterior, el acusado la conminó a pasarle su celular y cuando la víctima lo sacó del bolsillo, se lo arrebató de las manos, logrando sustraerle además la mochila, para finalmente darse a la fuga del lugar con todas las especies.
La identificación del antisocial se consiguió mediante tres sucesos que coincidieron en su momento: una serie de llamadas que la víctima recibió en su domicilio, y con dicho número ésta lo buscó por una plataforma digital y redes sociales, encontrando la foto de perfil del sujeto, imagen en la cual el imputado mantenía el celular de la afectada.
Además, la mujer se encontró casualmente con Guerrero Hernández comprando en un almacén cercano a su hogar.
La tercera sucesión de hechos ocurre con una publicación en un medio de comunicación regional, en que el individuo era sindicado como detenido por un robo distinto, y en esas circunstancias, la víctima lo reconoció como quien la habría asaltado.
Al respecto, el acusado decidió hacer valer su derecho a guardar silencio y no quiso declarar en el juicio oral. Para este caso, el Ministerio Público está solicitando que se le imponga una pena de 8 años de cárcel efectiva.
Segundo juicio
El segundo juicio lo enfrentan los imputados Daniel Martín Lavoz Güentén y Erik Gastón Barría Sánchez, a quienes la fiscal Rina Blanco los acusó por los hechos acontecidos a la 1,30 horas del 18 de febrero del 2019 cuando ambos, junto a otros dos sujetos no identificados, llegaron hasta las inmediaciones de un inmueble ubicado en calle Julio Ramírez, domicilio en el cual reside un matrimonio de nacionalidad dominicana.
Movilizados en una camioneta marca Ford, descendieron los acusados junto a otro individuo y caminando los tres hacia la casa, procedieron a saltar el muro de la reja del antejardín. Sin embargo, en ese momento se activó la alarma de la propiedad, huyendo todos inmediatamente del lugar.
En ese instante, la víctima de iniciales N.R.R., alertada con lo sucedido, se contactó telefónicamente con su marido A.C.B., quien llegó al domicilio, y recorrió el exterior, verificando que los tres antisociales ya no se encontraban en el lugar.
De esta forma se retiró de la casa, debido a que lo había llamado el acusado Lavoz Güentén, quien era conocido suyo, con el objetivo de reunirse en un local nocturno de la ciudad. De este modo, asegurados los imputados de que no se encontraría el dueño de casa, retornaron al sitio del suceso a eso de las 2,23 horas.
En esta ocasión, Barría Sánchez cortó el suministro eléctrico desde el medidor, para luego forzar y fracturar la puerta principal, ingresando dentro de la propiedad. Una vez en el interior, lo registran en busca de especies de valor y se dirigieron hasta el dormitorio de la víctima, donde la mujer se había refugiado, encerrándose con llave y ocultándose al interior de un closet tras al escuchar los fuertes golpes que provenían de la puerta de su casa.
Eso no detuvo a los antisociales, quienes lograron entrar y Lavoz Güentén al ver a la mujer, la intimidó apuntándole con un arma de fuego tipo revolver diciéndole “tú me dices donde está y no te hago nada”.
En tanto Barría Sánchez la iluminaba en el rostro con una linterna de un celular, diciéndole “sal de ahí para que nos muestres donde está la plata” ante lo cual la víctima les suplicaba que no le hicieran daño y que se llevaran lo que quisieran.
Los ladrones se apropiaron de diversas especies que se encontraban dentro de una caja fuerte, consistentes en 600 mil pesos, una piedra diamante de 15 gramos aproximadamente, dos pasaportes y certificado de residencia, las llaves de la casa y tres relojes imitación marca Rolex, todas avaluadas en $1.500.000.
Precisamente, ayer, ambos acusados declararon en el juicio, asegurando que ellos no participaron en este delito, y que se encontraban en otros lugares en aquel momento.
Respecto a este caso, el ente persecutor solicitó que se les imponga a ambos la pena de 10 años y un día de prisión efectiva.