Pese a estar en Fase 2, no podemos cantar ninguna victoria y debemos seguir alertas y respetando en absoluto las medidas sanitarias. En Magallanes estamos muy preocupados. Nuestros niños y adolescentes no la han pasado bien. Sus rutinas han variado muchos en los últimos meses. La cuarentena y el confinamiento por el Coronavirus han afectando gravemente la salud mental de los menores en Chile. En los últimos días, varios especialistas han comentado que la situación a la cual nos enfrentamos es un “choque emocional” para los niños debido a los grandes cambios en sus actividades diarias que llevan por casi un año respecto de los años anteriores. La mayoría de los adultos comprenden el porqué se produce este encierro y cómo es la mejor forma de sobrellevarlo, tanto emocional como físicamente, pero a los chicos les cuesta entender que deben prescindir de los abrazos, usar mascarilla si es que llegan a salir y mantener un distanciamiento físico con sus amigos. También preguntan cuándo van a retomar sus actividades que venían realizando o si en marzo van a volver a clases presenciales en el colegio. Se está produciendo un estrés infantil y adolescente debido a la crisis sanitaria. Están irritables, tensos y nerviosos. La adolescencia, por ejemplo, es una etapa vital marcada por una compleja transformación individual. Se experimenta un proceso de búsqueda de la identidad, caracterizado una alta reactividad emocional, tensiones y exigencias internas. Durante esta etapa es vital el funcionamiento entre pares. Y eso no lo están experimentando. Por eso la realidad nos indica que es bueno buscar ayuda, porque más encima no sabemos cuándo esto va a terminar.