El 2 de enero pasado, el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas decidió absolver a Daniel Lavoz Guentén y Erik Barría Sánchez.
Ambos fueron acusados por un robo avaluado en $ 1.500.000 consistente en diamantes, dinero en efectivo y relojes.
La sentencia establece que en la prueba presentada por la fiscalía “se advierten múltiples reparos que obstan a estimarla idónea para dicha finalidad incriminatoria”. Este y otros argumentos llevaron a los jueces a absolver a los imputados.
Descontenta con el fallo, la fiscal del Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi), Rina Blanco López, presentó un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones de Punta Arenas para que se invalide la sentencia.
Ante los ministros de la corte, la persecutora argumentó –entre otros puntos– que en la sentencia no se fundamentó por qué se desechó el reconocimiento facial que hizo la víctima y guardias de seguridad.
Sin embargo, el tribunal de alzada confirmó la sentencia dictada por los jueces. “Nos encontramos frente a una fundamentación clara y concreta, respetándose en ella los principios de la lógica y no advirtiéndose irracionalidad alguna”, dice el fallo.