En menos de 30 minutos, funcionarios de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) de la PDI detuvo a un funcionario de Gendarmería y a otras cuatro personas. El quinteto es investigado por ser parte de una presunta red de tráfico de drogas al interior del Complejo Penitenciario de Punta Arenas.
Las detenciones concluyeron alrededor de las 07:30 horas de la mañana, pero las diligencias se remontan a comienzos de año. Un grupo de gendarmes se reunió con el fiscal especializado Manuel Soto para manifestarles una inquietud: el aumento de la circulación de drogas al interior del recinto penal.
El 21 de enero comenzaron las indagatorias y la PDI estuvo a cargo de ellas. Casi 20 días después, los detectives se entrevistaron con un testigo clave: un funcionario de Gendarmería que se encarga de “velar por la información que circula al interior del recinto penal”, según su declaración.
A partir de antecedentes recabados por un reo, el gendarme señaló que el centro de entrega de drogas se realizaba en la enfermería. El lugar era idóneo, pues no contaba con cámaras de vigilancia y los internos podían acudir para supuestas necesidades médicas.
Presuntamente, el encargado de entregar las sustancias era un paramédico del complejo. Recibía las continuas visitas de dos reos, quienes después distribuían la droga en los módulos.
El funcionario les entregaba remedios, teléfonos celulares y cannabis sativa. Sus movimientos eran monitoreados por el gendarme a través de las cámaras de vigilancia exteriores a la enfermería. Uno de los internos ingresaba a la dependencia y recibía la droga, mientras que el otro montaba guardia en la entrada.
El Ministerio Público fue advertido. Previa autorización judicial, interceptaron los teléfonos celulares, técnica que logró identificar al resto de los imputados. El sábado, la fiscalía solicitó la detención del paramédico, dos hombres y dos mujeres que estarían implicados.
La PDI tomó por sorpresa a los imputados. Eran las 7 de la mañana del domingo y una fina capa de escarcha cubría Punta Arenas. La detención de los cinco individuos se concretó en menos de 30 minutos y registraron sus domicilios. Incautaron 18 plantas de cannabis, 4,5 gramos de cocaína y 360 comprimidos de Clonazepam.
En paralelo, un equipo de la unidad especializada se encontraba en el complejo penitenciario. Registraron el módulo B1 e incautaron teléfonos celulares.
Los reos implicados se mantuvieron en la cárcel, mientras que los cinco detenidos fueron trasladados al cuartel policial. Desde ahí se conectaron al Juzgado de Garantía de Punta Arenas, donde se decidió ampliar su detención para el día de hoy. Su formalización será a las 12:30 horas.