Desde las 10.30 horas en Barranco Amarillo, Punta Arenas, se empezó a conmemorar una nueva festividad religiosa de San Pedro y San Pablo. Cerca de 70 personas fueron las que asistieron a este lugar, entre ellos, el obispo de la Diócesis de Punta Arenas, Bernardo Bastres; algunos pescadores como los de la agrupación “San Pedro Pescador”; el seremi de Salud de Magallanes, Eduardo Castillo; y el padre del Templo Parroquial Fátima en Punta Arenas, Miguel Molina.
La ceremonia se realizó en la entrada de la caleta de Pescadores de este lugar, con algunas palabras del obispo de la comuna, quien principalmente hizo una oración por los pescadores fallecidos durante el último tiempo y por sus familiares, considerando a quienes se han visto afectados también por el Covid-19: un riesgo que se suma a la exposición que ellos tienen con respecto a su misma labor como pescadores.
Además de la oración del padre, también hubo un pie de cueca que realizaron dos parejas en este lugar, alrededor de seis canciones fueron las que bailaron con el denominado ‘esquinazo’ que se realizó en el muelle a eso de las 11.00 horas.
Posteriormente, ya se procedió a llegar a la orilla del muelle para presenciar el que fuera arrojada una corona de flores al mar y también algunas bengalas de humo de colores que se tiraron ya para finalizar a eso de las 11.30.
De esta forma se puso fin a la celebración de San Pedro, patrono de los pescadores, y por quien se encomiendan cada vez que salen a faenas en el mar.
Ya para mañana martes (29 de junio) a las 20 horas, en la Eucaristía en el Templo Parroquial de Fátima, se hará un agradecimiento a todos los hombres y mujeres que trabajan en el mar. La eucaristía será presidida por el obispo Bernardo Bastres y transmitida por el Facebook de la Iglesia de Magallanes y de la parroquia de Fátima de Punta Arenas.