Mañana martes ya es un año del día en que las docentes del Conservatorio de la Universidad de Magallanes, Ariela Caripán, profesora de Guitarra, quien llevaba 29 años ejerciendo en el lugar; Paula Zamorano con 24 años de docencia en Teoría Musical y Karina Contreras con 7 años enseñando Piano Funcional y Clásico, recibieran un llamado telefónico por parte del, en ese entonces, director del Conservatorio de la Universidad de Magallanes, Sergio Pérez, quien les dio a conocer las nuevas condiciones laborales a las tres docentes del centro de estudios musicales.
La situación no fue bien recibida por las profesoras, quienes reaccionaron con una demanda judicial que fue ejecutada al cabo de unas semanas del despido, y en 17 días más será la audiencia en que comparecen la Universidad de Magallanes y las tres afectadas. “Nos llamaron para decirnos que éramos muy eficientes en nuestras labores como docentes y que les encantaría que nos quedemos más tiempo trabajando en la universidad, pero que nos iban a reducir la carga horaria al 50% y sin pagarnos las horas de planificación que se necesitan para las clases, debido a un ajuste presupuestario, siendo nosotras las únicas a quienes se les alteró su carga. Entonces, nos pareció una tremenda falta de respeto, porque además escribimos muchos correos buscando explicaciones de lo ocurrido, y después de un año aún no hemos tenido respuesta”, comentó Karina Contreras, quién tenía a su cargo cerca de 20 alumnos cuando cesó en su cargo.
La primera audiencia fue llevada a cabo en enero, ocasión en que debía ver la posibilidad de llegar a un acuerdo, al cual no asistieron representantes de la universidad, lo cual fue interpretado como un intento de postergación por las docentes. La siguiente instancia se desarrolló de junio, pero tuvo que ser suspendida en medio de su ejecución por problemas técnicos, y ya el 22 de julio es la audiencia definitiva. “Nosotras no buscamos volver al conservatorio, sino que se nos reconozca como trabajadoras, ya que nos parece injusto que después de tantos años salgamos sin aviso previo ni compensación económica. Además que existe un daño moral que fue el de la situación ocurrida en plena pandemia con posibilidades casi nulas de conseguir otro trabajo”, comentó la docente.
Apoyo de organización
El colectivo ‘Aczión Kultural’ emitió un comunicado en el que se refieren a la situación, diciendo que “ante esta situación totalmente arbitraria solidarizamos con ellas y llamamos a los artistas regionales de música, teatro, poesía, visuales y más, a manifestarse en apoyo de esta causa”.
“Como agrupación cultural con personalidad jurídica desde mayo del año 1999 y con presencia en el desarrollo cultural de la ciudad y región a través de numerosos proyectos materializados entregamos nuestro apoyo a Karina, Ariela y Paula para que esta situación encuentre justicia”.
Además, el directorio provincial en Magallanes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), también emitió comentarios sobre la situación, diciendo que “hemos tomado conocimiento de la situación laboral que afecta a tres trabajadoras del conservatorio dependiente de la Universidad de Magallanes, y debemos señalar en primer término que la comunidad magallánica es conocedora del valioso y destacado desempeño de las docentes afectadas, quienes además son intérpretes reconocidas en sus disciplinas respectivas y que, en ese contexto, han promovido el desarrollo artístico de niños y personas en las distintas etapas de sus vidas. La Universidad de Magallanes está llamada a ser un referente para la comunidad regional en su calidad de formadora de técnicos y profesionales inspirados en principios básicos de tolerancia y respeto a los derechos humanos y laborales de quienes se desempeñan en dicha institución”.
Respuesta UMAG
“En
cuanto a la desvinculación de las profesionales podemos precisar, que
ellas jamás han sido despedidas, sino que su alejamiento se debió a una
situación presupuestaria que nos obligó a realizar ajustes en el
Conservatorio de Música, dada la situación de crisis sanitaria que vive
el país. Por lo anterior y ante una nueva renovación de sus convenios,
se solicitó al personal a honorarios un ajuste de sus horas de clases y
remuneraciones debido al bajo número de alumnos, lo que no fue aceptado
por ellas, por lo tanto, su alejamiento de la institución, fue por la no
renovación de su contrato en las nuevas condiciones ofrecidas”, explicaron desde la Casa de Estudios.