Este miércoles, el Ministerio Público formuló cargos en contra de un adulto que le habría propinado una golpiza a dos jóvenes cuando trabajaba en la discoteca Club K.
Los hechos se remontan a abril del 2019, cuando el imputado trabajaba como guardia de seguridad. Era cerca de la medianoche y dos jóvenes abandonaban el local, hasta que el individuo los abordó y golpeó con su luma.
Una de las víctimas recibió los golpes en el rostro y cabeza. Sufrió con fracturas en la nariz y en su pieza dental, ambas lesiones de carácter grave. El otro afectado quedó policontuso y heridas cortantes en la cara que tardaron en sanar casi dos semanas.
La fiscalía intentó formalizar al individuo en otras cuatro ocasiones, pero reiteradamente se ausentó. El 5 de mayo pasado, la paciencia del ente persecutor se acabó y solicitó que se despachase una orden de detención.
Finalmente, el martes la PDI concretó el arresto y el imputado fue llevado compulsivamente al tribunal. Ya formalizado, el juzgado ordenó que cumpla con prohibición de acercamiento hacia los dos jóvenes que habría agredido en el otoño del 2019.