A disposición del Juzgado de Garantía de Punta Arenas quedó una mujer por almacenar ostiones y centollas en veda. No fue fácil para la fiscalía imputarle el delito, pues se tuvo que despachar una orden de detención para formalizarla.
De acuerdo a los antecedentes de la formalización, la brigada especializada en delitos económicos de la PDI concurrió al domicilio de la imputada junto a funcionarios de Sernapesca.
Durante la fiscalización, hallaron siete casatas con carne de ostión congelado que pesaban 6,4 kilos, correspondiente a 444 ejemplares. También hallaron otra caja con 3,7 kilos de carne de centolla. Según la denuncia, todos los recursos vivos correspondían a especies en veda.
Según el Ministerio Público, la propiedad de estos productos infringe la Ley de Pesca y Acuicultura. “El procesamiento, apozamiento, la transformación, el transporte, la comercialización y el almacenamiento de recursos hidrobiológicos vedados serán sancionados con presidio menor”, dice el artículo imputado.
El operativo también abarcó a una segunda imputada, a quien le incautaron casi un kilo de ostiones en veda. Ella fue formalizada el 20 de noviembre del año pasado y, para acceder a la suspensión condicional, tuvo que pagar 200 mil pesos al Hogar de Lactantes Ignazio Sibillo.
La dueña de los casi 10 kilos de recurso vivo se ausentó a la formalización. El tribunal despachó una orden de detención, pero ésta se concretó recién esta semana. Ya aprehendida, la imputada pudo escuchar los cargos en su contra. Quedó citada para cuatro meses más a una nueva audiencia donde se discutirá una salida alternativa.