El rodeo chileno lo practican decenas de miles de chilenos de Arica a Punta Arenas. El “mundo corralero” se compone de petiseros, cantoras, herreros, criadores, transportistas, artesanos, talabarteros, ganaderos, forrajeros, veterinarios y cientos de miles de aficionados que hacen a este deporte nacional el segundo más popular del país, donde trabajan codo a codo ricos y pobres de la gran familia del campo chileno.
EL rodeo chileno se ha adaptado efectivamente a nuevas normativas que respetan y protegen a los caballos y a los vacunos, llevando estrictos registros. Además, nuestra cultura corralera se destaca el caballo chileno, raza única, con su propia morfología y con características que la hacen admirada y reconocida mundialmente. Nuestras nacionalidad chilena se fortalece gracias al reconocimiento y práctica de nuestras tradiciones. Una breve cronología de nuestro deporte nacional:
1540: Junto con la expedición de Pedro de Valdivia llegan a estos territorios los primeros ejemplares de caballares.
1551: El Cabildo de Santiago ordena a los propietarios marcar sus potrillos.
1893: La Sociedad Nacional de Agricultura crea los Registros Genealógicos de la Raza Caballar Chilena.
1923: Primer rodeo de la Exposición de animales de la Quinta Normal.
1927: Primera reglamentación estatal de corridas de vacas y rodeos oficiales.
1946: Nace la Asociación de Criadores de Caballos Chilenos. En abril se realiza el Primer Campeonato Nacional de Rodeo en la ciudad de Rancagua.
1961: Creación de la Federación del Rodeo Chileno.
1962: La Dirección Nacional de Deportes del Estado y el Comité Olímpico otorgan al rodeo la categoría de deporte nacional
1992: Primer Campeonato Nacional de rodeo organizado por la Federación de Rodeo Laboral.
1997: Inauguración de la Medialuna de Rancagua.
Posible 2022: El Presidente Gabriel Boric prohíbe la práctica del Rodeo Chileno en el país, dejando 20.000 personas del mundo rural sin empleo y eliminando una de las más lindas tradiciones del campo chileno.
Lamentablemente, el candidato Gabriel Boric las ha emprendido en contra del rodeo chileno sumándose a las hordas de desconstrucción cultural que intentan pisotear nuestro amor a la patria. El desconocimiento de Boric respecto de nuestro deporte nacional no nos sorprende ni tampoco su frialdad a la hora de arruinar una actividad. Ese es Boric, un hombre que aspira a la presidencia, pero es incapaz de respetar nuestros símbolos patrios, nuestras costumbres, la sangre derramada por nuestros héroes. No tiene Dios ni ley. La pregunta importante que debe hacerse un chileno bien nacido: ¿permitirá usted que lidere nuestro país y nos represente en el mundo alguien que no se siente parte de la familia chilena? Está mucho en juego, incluso nuestro honor de ser hijos de esta Patria, nuestra querida República de Chile. ¡Viva Chile Mierda! y ¡Felices Fiestas Patrias!