Es una de las voces más importantes a la hora de hablar de políticas habitacionales en Magallanes.
La consejera regional Roxana Gallardo entró al ruedo en la polémica que se ha generado a propósito de la situación que viven más de 900 familias en Punta Arenas, que postularon a viviendas sociales de tres dormitorios y, finalmente, recibirán solo dos, debido a un convenio entre el Gobierno Regional y el Ministerio de la Vivienda.
Gallardo, quien participó ayer como invitada en el matinal Nuestra Mañana de Pingüino Multimedia, explicó que el problema “no lo generaron las familias afectadas”, y por ello considera injusto que sean ellas las afectadas.
La consejera explicó que el cambio de reglas del juego entre el CORE y el Ministerio de la Vivienda se produjo mientras estas familias llevaban a cabo su proceso de postulaciones. Sin embargo, considera que, en este caso, no hubo mala fe, al postular a proyectos habitacionales de tres dormitorios, cuando el convenio que se firmó en paralelo, estipulaba solo dos y un aporte del Gobierno Regional por unidad habitacional financiada de 550 UF y no 1000 como antes.
En este sentido, Gallardo hizo énfasis en un aspecto crítico. Y es que, mientras se plantea un aporte menor para beneficiar a un mayor número de familias, el Gobierno Regional también ha exigido mejorar los estándares de construcción, algo aún más evidente tras lo ocurrido con las voladuras de techumbres de edificios sociales, ocurridas en las últimas semanas.
Cuidar lo logrado
La consejera regional afirmó que “yo le pediría al gobernador regional (Jorge Flies) que tenga un poco menos de estrechez de corazón en este tema”, luego que este manifestara que no entregará mayores recursos para resolver lo que calificó como un problema de privados “que prometieron cosas que no podían”.
Con una dilatada trayectoria como exdirigenta vecinal, antes de llegar al Consejo Regional, Gallardo sostuvo que plantear que sólo se debe financiar las ampliaciones de las familias que lo necesitan, es simplemente negarse a la realidad. “Todo el mundo sabe y lo hace que para acceder a una vivienda social, la única forma es sacar o excluir a alguien del grupo familiar, para así tener más puntaje social. Es algo que los chilenos aprendieron a hacer durante años y se ha seguido haciendo en forma constante en todos los últimos años. Pero yo creo que si vamos a ser más cuidadosos con los recursos regionales, hay otras áreas, no la vivienda, ni la salud, ni educación, donde debiéramos ser más estrictos”.
Gallardo recordó que hace años se construye en Magallanes con tres dormitorios. Si ahora se priva de un tercer dormitorio a familias que, en realidad, son mucho mayores de lo que dicen los papeles de postulación, “vamos a perjudicar a familias que van a tener que hacer ampliaciones con lo que tengan y estos conjuntos habitacionales de tan alto estándar que hemos construido, como el último que entregamos, van a verse afectados. Por eso, yo le pido al Gobierno Regional que no retrocedamos en lo que hemos logrado”, expresó.