Serán tres jueces de un tribunal de fondo quienes decidan el destino judicial de un padrastro que está acusado de abusar sexualmente de su hijastra. En última instancia podría ser castigado hasta con cinco años de cárcel.
De acuerdo con la acusación, los hechos se perpetraron en fechas indeterminadas de 2014. El imputado aprovechaba los momentos en que la menor –que tenía entre cuatro y cinco años– quedaba bajo su cuidado para tocar su zona corporal y genital.
“Las conductas realizadas por el imputado provocaron síntomas de ansiedad y depresión en la niña”, dice la acusación del Ministerio Público.
La fiscal encargada del caso, Wendoline Acuña (en la fotografía), presentará como testigo a la víctima, miembros del grupo familiar y profesionales del colegio donde estudiaba la menor, quienes tendrían conocimiento de los hechos de la acusación.
La defensa sentará a tres personas en estrados. Según la defensora Karina Ulloa, “la pertinencia de estos testigos dice relación con la dinámica familiar, el comportamiento habitual de la niña y los conflictos de índole familiar entre madre e imputado”.
Mientras espera el juicio en su contra, el imputado continuará cumpliendo con la prohibición de acercarse a la víctima, a su domicilio o a cualquier lugar donde se encuentre.