En las últimas cuatro décadas la ciudad de Punta Arenas ha tenido varias trasformaciones, que se han visto reflejadas en el surgimiento de grandes centros comerciales, nuevas avenidas y la demanda de nuevos sectores poblacionales por el crecimiento de la población de habientes.
Pero no solo eso, pues, así como ha crecido la población, también en forma exponencial ha crecido el parque automotriz. Según las estadísticas oficiales de la Dirección de Tránsito de la municipalidad, desde que se tiene registro, entre los años 1977 (con una población de 80 mil personas) y 2021 (con una población de 130 mil habitantes), el incremento automotriz ha sido de un 560%; vale decir, porcentualmente hemos tenido un enorme crecimiento vehicular más que de habitantes.
En 1977 los registros históricos indican que existían 11.695 vehículos, hoy son 65.457. Si en los años 70 y principio de los 80 el porcentaje correspondía a un auto por cada seis personas, hoy podemos decir que por cada dos puntarenenses existe un vehículo.
Sin duda estas cifras nos pueden dar indicio de que en Punta Arenas ha habido, en las últimas décadas, un auge en lo económico y que las familias hoy pueden acceder a un vehículo para un mayor confort. Pero sin duda esto ha traído una serie de inconvenientes que día a día se agudiza, pues las capacidades de nuestras vías de desplazamiento que tenemos en la comuna no están adaptadas a los tiempos actuales; ejemplo más claro es situarse en nuestras principales calles del centro de la ciudad y ver cómo en horas punta el desplazamiento se vuelve muy difícil, a ratos vías prácticamente colapsadas.
Pero no solo eso, si ponemos más ejemplos de lo que hoy está ocurriendo en diferentes lugares de Punta Arenas, con los denominados tacos, que hace algunos años era impensado, podemos decir que la ciudad está empezando a colapsar y que por lo tanto debemos encender las alarmas sobre esta materia, más aun cuando el parque automotriz crece en promedio 6 mil 500 vehículos por año.
Ante este panorama nos preguntamos qué se puede hacer, cuál sería la posible solución para amortiguar lo que muchos ya consideran una ciudad colapsada. Se nos ha dicho que en 10 años más podríamos tener concluidas las obras de la Avenida Circunvalación que cruzará la ciudad de sur a norte y viceversa, que conectará con la Ruta 9, dando un respiro a la colapsada Avenida Frei, pero será en una década más, cuando tengamos, de acuerdo a las proyecciones, 140 mil vehículos circulando por nuestra capital regional… se imaginan cómo será ese panorama si no tomamos medidas pronto.
Pero eso no es todo, nuestra comuna no solo está colapsando por el flujo vehicular, sino que a su vez se está “chatarrizando”. Hoy la legislación impide llevar un vehículo para otro destino del país, salvo excepciones con una serie de requisitos, lo que conlleva a que cuando la vida útil de un automóvil se termina, este se convierte en chatarra.
Ante esto una modificación a la ley podría, por ejemplo, “liberar” a un vehículo con una antigüedad de 10 o 15 años, que ingresó por régimen franco, para ser comercializado y ser llevado a otro punto del territorio. Esto ayudaría en alguna medida a regular el parque automotriz y mitigar el crecimiento vehicular.
El contar con un transporte público moderno, eficiente, de calidad y en lo posible gratis, que nos permita desincentivar el uso del automóvil, también puede ser una acción más para evitar lo que día a día está ocurriendo en las calles de nuestra ciudad.