Es difícil pensar y entender la vida con el vaivén que nos sorprende cada día más la pandemia mundial con la que nos enfrentamos. Ya hemos pasado (sobre todo los magallánicos) por largos periodos de encierro y con muy poca ayuda.
Todos conocemos o sabemos de alguien que en estos dos años ha perdido la vida producto del Covid; pero también hemos tenido que enfrentar muertes por otras causas que, este mismo virus, no nos ha dejado despedir a hombres y mujeres como siempre lo pensamos. Es muy triste tener que ver partir a amigas y amigos, familiares, muy queridos, casi solos en la puerta del cementerio.
Pasando a lo económico, los que somos pyme nos hemos subido a esta montaña rusa casi sin ayuda de nadie. Claro, algunos recursos llegaron para pagar deudas de negocios cerrados que tenían obligaciones laborales con sus trabajadores y pagos comprometidos para adelante. Nos endeudamos más allá de nuestras capacidades pensando en que esto en algún momento terminaría. Pues bien, no ha sido así.
Peor aun, mala suerte a los que hemos tenido que cerrar nuestros locales por contagios al interior con esta nueva normalidad por días, solventando todo con las cajas que están vacías. Ni el mejor malabarista del circo podría contra tanto movimiento.
La banca no espera y exige los pagos comprometidos de un Gobierno que nos obligó a recurrir a ellos o quebrar sencillamente (linda forma de preocuparse de las pequeñas y medianas empresas). Por eso nunca entendí cuando el oficialismo hablaba de una catástrofe para los emprendedores si llegaba Gabriel Boric al poder, si han sido ellos mismos los que nos han mantenido asfixiados favoreciendo como siempre a los grandes grupos económicos.
Nuestro Presidente electo tiene una gran tarea por delante y hay confianza de que podamos sacar entre todos este país adelante. Nadie sobra, en lo absoluto y, claro, los que tienen más deben pagar más… Eso es de toda lógica, menos para los actuales gobernantes que amenazan con el Tribunal Constitucional si la propuesta de financiar el proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU) con impuesto a los superricos sigue avanzando en el Senado.
Ya tendremos tiempo para hablar del ministro Jobet y el intento de seguir beneficiando a unos pocos con lo que nos pertenece a todos con licitaciones a última hora y poco claras, como el litio. O lo que hemos denunciado en varias columnas y la entrega a privados del hidrógeno verde en Magallanes. dejando a Enap como el organizador del cumpleaños pero que lo ve desde la ventana.
Queda mucho por hacer, pero entre tanto, a vacunarse y cuidarnos todos.