El pasado 22 de diciembre la Iglesia Católica de Magallanes recibió la noticia de que el Papa Francisco había aceptado la renuncia del actual obispo de la diócesis, Bernardo Bastres Florence, la cual se concretará una vez que el Pontífice nombre al nuevo titular.
Dicha noticia fue sorpresiva para los fieles de la Iglesia Católica de la región, quienes al enterarse no dudaron en dar a conocer su opinión mediante las redes sociales, agradeciendo el apoyo brindado por Bastres durante estos casi 15 años que sirvió a la Iglesia del confín del mundo.
En sus primeras declaraciones tras el anuncio, Bastres manifestó que “el Papa Francisco ha aceptado mi renuncia como obispo de esta Iglesia que peregrina en Magallanes, bajo la modalidad de “Nunc pro tunc”, que en palabras simples significa que mientras llega el nuevo obispo, sigo al frente de la Diócesis (…)”.
Agregó que “hace tiempo, venía reflexionando, evaluando y rezando ante Dios, mi desempeño como Pastor de esta querida Diócesis, y con la confianza de un hijo, le presenté al Santo Padre la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis, por razones estrictamente personales. Entre las razones que puedo compartir con ustedes, se encuentran todos los acontecimientos que nos ha tocado vivir en estos años y como ellos no sólo han golpeado a nuestra Iglesia, sino también me han afectado personalmente. Me he visto sobrepasado y limitado para responder como merecen ser enfrentados y asumidos”.
Bastres agregó que “delante de Dios debo pedirles perdón por las limitaciones que no me han permitido ser aquel pastor que merecía. Con plena libertad puedo hacerles una confesión: delante del Señor tengo mi conciencia muy tranquila y me siento muy liberado con la respuesta que me ha dado el Papa Francisco (…)”.
Monseñor también manifestó su gratitud a laicos, religiosas, consagrados, diáconos permanentes y sus esposas, así como a sus hermanos sacerdotes por el trabajo en equipo: “Para llevar adelante la tarea de hacer presente el reino de Dios en Magallanes”.
Desde 1843 en adelante
Punta Arenas es una de las diócesis de la Iglesia Católica presentes en Chile. Ocupa la totalidad del territorio de Magallanes. Su sede episcopal se encuentra en la capital regional y el título de la diócesis está dedicado a María Auxiliadora.
Su creación se remonta hacia el año 1843, al iniciarse la colonización del territorio, periodo en el cual se reinició la acción evangelizadora.
Jurídicamente las tierras magallánicas dependían de la Diócesis de Ancud, y fueron frailes franciscanos procedentes de Chiloé, quienes por casi cuatro décadas, como capellanes de la colonia, asumieron la sacrificada misión en medio de peligros, incomprensiones, soledad espiritual y penurias de toda índole.
En 1883, bajo el pontificado del Papa León XIII, la Santa Sede creó para estas regiones australes, circunscripciones eclesiásticas de carecer misionero. El 16 de noviembre se estableció la prefectura apostólica de la Patagonia Meridional, Tierra del Fuego e Islas Malvinas y se confió a la congregación salesiana. El fundador Juan Bosco propuso al sacerdote José Fagnano como prefecto apostólico, asumiendo éste su ministerio en Punta Arenas el 21 de julio de 1887.
Bajo el lema del fundador, “civilizar evangelizando y evangelizar civilizando”, monseñor Fagnano, en los 30 años de su gobierno pastoral, realizó una obra cuyos frutos dieron lugar luego a la Diócesis de Punta Arenas.
Durante algunos años, simultáneamente con la prefectura apostólica, existió la gobernación eclesiástica de Magallanes, creada en abril de 1901 por el obispo de Ancud, monseñor Ramón Ángel Jara, con el propósito de tener en tan apartados territorios un delegado.
El 4 de octubre de 1916, pocos días después de morir monseñor Fagnano, la Santa Sede suprimió la prefectura apostólica y creó el vicariato apostólico de Magallanes e Islas Malvinas, restando al antiguo territorio de la prefectura, la parte austral de la Patagonia argentina. Dos fueron los obispos vicarios apostólicos y ambos de la congregación salesiana: monseñor Abraham Aguilera Bravo y monseñor Arturo Jara Márquez.
Al renunciar este último al cargo por motivos de salud, la Sede Apostólica optó por confiar el vicariato a sacerdotes con el rango de administradores apostólicos. Ellos fueron los sacerdotes Luis Amadeo Rojas Muñoz, Pedro Giacomini Caliman y Vladimiro Boric Crnosija.
El 27 de enero de 1947, con el decreto pontificio Ut in amplissimo Patagoniae Chilensis Territorio, del papa Pío XII, el vicariato apostólico fue elevado al rango de diócesis.
El primer obispo titular fue monseñor Cándido Rada Senosiain, un magallánico que en ese entonces era obispo de Ancud, quien por decisión personal, no llegó nunca a asumir.
En 1949 se hizo cargo de la diócesis el recién consagrado obispo Vladimiro Boric Crnosija, también magallánico, quien casi por 25 años guió los destinos espirituales hasta su muerte en 1973.
Para sucederle, tras seis meses de administración de monseñor Alejandro Goic Karmelic como vicario capitular, el Papa Pablo VI designó en 1974 al sacerdote salesiano Tomás González Morales, quien después de 32 años a la cabeza de la diócesis se retiró por edad el 4 de marzo de 2006, cuando el Papa Benedicto XVI nombró a Bernardo Bastres Florence, también sacerdote salesiano, como obispo de Punta Arenas.
Obispos de Magallanes
La Iglesia de Magallanes, y sus habitantes, por lo habitual recuerdan como su primer obispo a monseñor José Fagnano, el sacerdote salesiano enviado por Don Bosco a Chile como misionero, sin embargo, éste no lo fue, y recién el año 1947, el Papa de la época, Pío XII, decreta a la iglesia de Magallanes como una diócesis y desde ese entonces, Magallanes, tuvo obispos titulares, los cuales a la fecha son 4.
- 1947-1949 Cándido Rada Senosiain
- 1949-1973 Vladimiro Boric Crnosija
- 1974-2006 Tomás González Morales
- 2006-2021 Bernardo Bastres Florence.