Cristóbal Benítez, gerente de la Asociación Gremial de Turismo HYST, nos da un dato impresionante. “En esta temporada, el 11% de los visitantes a Torres del Paine son visitantes extranjeros, cuando antes, en una temporada normal, ellos representaban casi el 60% del total de visitantes del parque”.
La caída de visitantes extranjeros ha sido muy grande esta temporada y para el sector turístico de Última Esperanza y la región en general, gran parte de la culpa está en las exigencias sanitarias implementadas por nuestro país a su arribo.
Benítez entregó ayer un cuadro comparativo donde contrasta estas normativas con las de otros países de Europa y América (ver cuadro anexo).
Y su conclusión es lapidaria: “Dados todos estos antecedentes, parece evidente que es necesario revisar y actualizar los protocolos de ingreso a Chile, considerando además el alto porcentaje de vacunación a nivel nacional, permitiéndonos así al menos establecer condiciones similares al resto del mundo”.
Benítez afirmó: “Como se puede observar en el cuadro, ninguno de los países de la región, ni en el resto del mundo, exige realizar un proceso de homologación de vacunas para turistas como hace Chile”. En cambio, solicitan un certificado de vacunación del país de origen. “Esta situación particular de Chile complejiza y retrasa la obtención de la documentación necesaria para viajar a nuestro país”.
También cuestiona la aplicación de un segundo test PCR al llegar a nuestro país. España y Francia lo exigen sólo a quienes provienen de países en lista roja o no vacunados, y el Reino Unido, que lo aplica a todos los visitantes extranjeros, anunció que levantará las principales restricciones anti Covid.