En este transcurso, la funcionaria ha sido muy querida por sus pares, quienes han sido parte de su vida laboral por todos estos años. Lo anterior hasta ayer, cuando se despidió de ellos tras acogerse a un retiro voluntario.
“Es una gran emoción ver a todas mis colegas juntas. No puedo decir que siento nostalgia porque mi profesión la llevo en el corazón. Siempre quise ser nutricionista y lo fui por más de 40 años, ejerciendo activamente hasta el último día en el Hospital Clínico Magallanes. Me siento muy orgullosa de lo logrado y los pasos que di frente a esta carrera que estoy cerrando”, narró emocionada Alvarado.
Más allá de su nostalgia, la profesional en Nutrición recuerda su traslado al HCM. “Desde el primer día me dijeron que me hiciera cargo de la Unidad de Central de Producción. El trabajo fue arduo, desde limpiar pisos hasta a lo que hoy día somos, técnicamente organizados, planificados y con sistemas de control establecidos”, destacó.
Su lado más humano
Mariema Ugalde, jefa de la Unidad de Nutrición y Alimentación del Hospital Clínico y amiga, expresó que “‘Patty’ ha sido una compañera a toda máquina. Ha sido una funcionaria ejemplar y una verdadera servidora pública. Siempre hemos trabajado en equipo, no exento de dificultades, pero siempre hemos salido adelante”, afirmó la funcionaria.