Aunque le impusieron el arresto domiciliario nocturno por el frustrado hurto de casi ocho millones de pesos al Kiosko Roca, Miguel Barrera Munizaga tuvo que ingresar a la cárcel. El tribunal resolvió que cumpla seis días de presidio por la multa impaga de una sentencia previa.
El sujeto quedó a disposición del tribunal por los hechos ocurridos a las 18 horas del martes. Según el parte policial, ingresó al icónico local desde los estacionamientos ubicados a un costado del inmueble. Luego se dirigió a una oficina y sustrajo dos cajas fuertes y una bolsa plástica que contenían 7.929.000 pesos.
Los trabajadores del recinto se dieron cuenta del delito y cerraron el portón del estacionamiento para impedir la huida del imputado. Ante la consulta sobre su presencia en el lugar, el hombre respondió que “había ido a dejar quesos”.
Carabineros llegó al lugar y se entrevistó con la encargada de Kiosko Roca y sus empleados. También revisaron las cámaras de vigilancia que registraron los hechos. El imputado fue detenido y pasó el resto de la noche en los calabozos de la Primera Comisaría.
Ayer la Fiscalía Local de Punta Arenas lo formalizó por hurto simple. El juez Franco Reyes dispuso que cumpla con arresto domiciliario nocturno mientras sea investigado, pero una revisión a sus antecedentes penales obligó a que decretase el ingreso al Complejo Penitenciario de Punta Arenas.
El imputado sería quien ingresó hace dos semanas a los restaurantes de calle O’Higgins para sustraer especies. Registra condenas por hurto, robo, obstrucción a la justicia y manejo en estado de ebriedad.
En una de sus sentencias quedó con una multa impaga de 2 UTM. Como el plazo venció, el tribunal hizo la conversión de su pago por seis días de cárcel. Concluida la audiencia, Gendarmería lo trasladó a la cárcel para que salde su deuda tras las rejas. Una vez que abandone el recinto cumplirá con arresto domiciliario nocturno.