Ayer se preparó el juicio en contra de un gendarme que habría facilitado un encuentro sexual con dos reos del Complejo Penitenciario de Punta Arenas. Enfrenta cargos por cohecho agravado y podría ser condenado hasta con tres años de cárcel.
El delito habría ocurrido el 30 de abril de 2019, cuando el uniformado de iniciales G.G.F. ejercía funciones en la cárcel pública. En horas de la noche se habría acercado a la celda ubicada en la enfermería, donde se encontraba encerrado un interno que cumple condena por robo con homicidio e incendio.
Según la acusación, el gendarme le dijo al reo “que por un precio módico podía hacer la vista gorda para que mantuviera relaciones sexuales” con otra interna que estuvo presa por robo con violencia.
El funcionario habría recibido treinta mil pesos para facilitar el encuentro. Luego se retiró de la enfermería y dejó a los internos a solas.
Según el Ministerio Público, el sujeto incurrió en un delito de cohecho agravado. Solicitan la imposición de tres años de cárcel, la inhabilitación para ejercer cargos públicos y una multa de 160 mil pesos.
La Fiscalía presentará 12 testigos para acreditar los hechos. El listado contempla a los dos reos, ocho funcionarios de Gendarmería y dos detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos de la PDI.
La defensa se reservó su teoría del caso para el juicio oral. Como prueba propia llevarán a tres gendarmes y la declaración prestada por el reo que habría hecho el trato con el acusado.
Ahora el Juzgado de Garantía debe confeccionar el auto de apertura para que el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas enjuicie al gendarme.