Como se señaló en el comentario anterior, la ludopatía es una alteración del comportamiento que se define por el impulso incontrolable que tiene una persona para apostar en juegos de azar. El ludópata necesita jugar sea como sea. La emoción que siente cuando consigue ganar lo va tornando adicto. Por eso el jugador necesitara volver a ganar para sentirse bien y excitado. Lo grave de esta situación es que el ludópata cada vez necesitará mayores estímulos, ya que aparecerá la tolerancia al juego. Por ello aumentará el tiempo y la inversión económica que empleará en las apuestas.
Además, como cualquier otra adicción se caracteriza porque a pesar a todos los síntomas y consecuencias que esté sufriendo, un adicto casi siempre niega, tanto a los demás como a sí mismo, que es un ludópata.
Consecuencias de la ludopatía.
La ludopatía devasta o destruye vidas: la del ludópata, pero también las de sus familiares. Esto ocurre por las terribles consecuencias a que conducen las apuestas.
- Problemas económicos: el adicto se juega su dinero de manera impulsiva y no es capaz de detenerse cuando las pérdidas empiezan a ser preocupantes, más bien al contrario: la culpabilidad le llevará a seguir y hasta a aumentar la apuesta en un intento desesperado de recuperar lo perdido. Por lo mismo son frecuentes las deudas y otros problemas derivados de la falta de dinero.
- Consecuencias legales: tanto los problemas económicos como la imperiosa necesidad de satisfacer su adicción pueden llevar al ludópata incluso a conseguir dinero sea como sea, incluyendo la vía delictiva.
- Deterioro de las relaciones: el aislamiento y la falta de comunicación, las mentiras, los problemas económicos, los cambios de humor y la agresividad del enfermo cuando sufre el síndrome de abstinencia, al igual que la omisión o el descuido de sus responsabilidades, tornan muy difícil convivir con un ludópata. La frustración, el dolor y los conflictos están a la orden del día en los hogares de los adictos al juego y eso repercute negativamente en las relaciones que mantienen sus integrantes.
- Debido a la adicción al juego, la persona comenzará a descuidar y desinteresarse por la familia, los amigos, e igualmente dejará de realizar todas aquellas actividades que previamente a la enfermedad le producían satisfacción como, por el ejemplo: realizar algún deporte.
- Pérdida del empleo o de oportunidades laborales. La falta de concentración, la baja productividad y malas decisiones fruto de la adicción al juego pueden repercutir en el desempeño de las tareas de una persona en su trabajo o estudios. Por ello, es posible que se desperdicien muchas oportunidades laborales e incluso pierdan el trabajo o abandonen sus estudios.
Depresión y pensamientos suicidas: lidiar con todos los problemas aquí relatados es muy duro. Los ludópatas suelen vivir depresivos, angustiados e incluso pueden llegar a plantearse como única salida frente al problema que viven el suicidio.
En el próximo comentario se verán los tratamientos para quienes padecen ludopatía.