La inflación y el aumento en las tasas de interés, no han dejado indiferentes a los potenciales compradores de vivienda en la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
Si en el cuarto trimestre de 2020 se cerraban en promedio tres ventas de casas nuevas al mes en Punta Arenas, en el mismo período de 2022, incluso hubo meses sin transacciones. Así lo detalla un informe de BMI Servicios Inmobiliarios sobre proyectos inmobiliarios en la capital magallánica.
Según el sondeo, si bien hay un proyecto más que hace dos años —llegando a un total de cinco— y se sumaron 124 casas a la oferta, las ventas cayeron un 37%.
Hacia fines de 2020, hubo 29 firmas de promesa y el año pasado no se superaron las 20, en el mismo lapso. Además, los meses para agotar stock históricamente estaban en menos de cuatro y ahora subieron a más de siete meses.
“Si bien las restricciones de movimiento afectaron la demanda, existían buenas condiciones de financiamiento que provocaron que el mercado se mantuviera activo. Hoy, a pesar de que el Covid-19 ya no es protagónico, la situación económica desincentiva las compras de viviendas”, manifestó Sergio Novoa, gerente de Estudios de BMI.
El experto agregó que el ajuste en las ventas también se podría explicar por el cambio en la composición de la oferta. “En la zona se valora mucho la espacialidad y ha habido una contracción importante en las superficies, a pesar de mantenerse la distribución de tres dormitorios y dos o tres baños”, dijo.
En el informe, se detalla que en los últimos dos años la superficie útil promedio bajó 20 metros cuadrados, mientras que en los terrenos la caída es de 42 metros cuadrados.
Lo anterior, ha provocado que el precio promedio caiga: en el último registro, el valor promedio del mercado es de 4.579 UF, un 11% menos de lo que se vio en 2020, cuando la cifra se empinaba a 5.158 UF.
“La disminución del precio no tiene mayor relación con la baja en la demanda, sino más bien con esta transformación de la oferta. Hoy, al haber unidades de menores superficies, estas son más baratas. Ahora bien, Punta Arenas tiende a tener una UF/m2 más alta que ciudades más centrales, debido a que los costos de construcción son más altos, producto de las distancias y las exigencias técnicas que requiere el clima más hostil”, señaló Novoa.
A mediano plazo, el experto cree que el interés por comprar debiera activarse con la llegada de los proyectos relacionados con la explotación de hidrógeno verde en la zona. “No proyectamos que haya ofertas o descuentos en los precios finales ya que los desarrolladores inmobiliarios no tienen mayor presión, puesto que casi el 50% de las casas aún está sin ejecución”, concluye.