Jorge Teneb, expresbítero, se refirió a esta situación y señaló que “los que pusieron los fondos e hicieron el contrato con las hermanas son las Damas Católicas, una organización de la Iglesia Católica. Entonces, ahí hay dos grupos de interés, uno es el Obispado de Punta Arenas, que lo preside el obispo del lugar (Óscar Blanco). Si él logra recuperar ese bien y lo hace suyo, podría vender. Pero también están las familias descendientes de los donantes, que por esta razón, tienen derecho, al menos en la legislación canónica, y prorrogativa que ejercer. Se les debería pedir una opinión”.
Además agregó que “el obispo o el vicario general deberían decir algo para el bien de la comunidad cristiana y también de la ciudad”.