Durante la última etapa de la adolescencia el joven se encuentra enfrentado a múltiples decisiones tales como: profesionales (qué estudiar, en qué trabajar, etc) personales (formar familia, tener hijos, etc). Esto puede crear una gran inquietud en el joven y hace que ésta sea una etapa muy difícil en su vida. En este sentido tener un proyecto de vida le puede ayudar muchísimo en este periodo.
Un proyecto de vida puede definirse como un plan fundamental para la existencia. Es un propósito personal a largo o mediano plazo que se piensa seguir a lo largo de los años. Se diseña con el fin de cumplir determinados objetivos o metas concretas y se basa en gustos personales, valores o habilidades.
Elegir un proyecto de vida ayuda a planificar metas a corto y largo plazo, a luchar por ellas y encauzar la energía de forma positiva. Además, el saber a dónde se va y cómo se va a hacerlo, hará que el adolescente se sienta más seguro de sí mismo y que desarrolle una alta autoestima.
Para poder elegir un proyecto de vida es imprescindible que los jóvenes se conozcan a sí mismos y que se sientan libres para tomar sus decisiones. Este proyecto de vida iniciado en la adolescencia los guiará toda la vida y deberá ir actualizándolo constantemente según las nuevas relaciones y metas que vayan consiguiendo,
El apoyo de los padres, para que adolescente construya su proyecto de vida debe limitarse a aconsejarle y nunca a prohibirle o imponerle hacer una u otra cosa. Específicamente se le puede apoyar de la siguiente forma:
- Ayúdelo a que defina: ¿Qué cosas le gustan?, ¿Cuáles son sus habilidades?, ¿Cuáles son sus intereses?, etc. Estas preguntas le servirán al adolescentes a definir quién es y hacia dónde quiere ir.
- Apóyelo para que sé platee objetivos y metas propias. En este paso, es necesario que el joven analice su vida al día de hoy (viendo qué quiere cambiar, qué quiere dejar como está) y sus verdaderas necesidades. Así, fijará objetivos y las metas que llevarán a cabo. Es importante que visualice cómo va a lograr todo lo que se quiere. Visualizar situaciones e ideas ayuda a ser más positivo y perseverante.
-Ayúdelo a pasar a la acción. Esto implica que el joven debe poner todo de sí para lograr los objetivos. Esto supone, también, desarrollar una tolerancia a la frustración cuando los planes no salen como se esperaba.
Poseer un proyecto de vida es de suma importancia, porque contribuye al desarrollo de la autonomía personal favoreciendo la transición hacia la vida adulta y la participación social en condiciones de mayor autonomía. A la par un proyecto vital ayudar al adolescente a convertirse en adultos responsables, lo cual es uno de los más grandes retos y el regalo más gratificante que pueden recibir los padres.