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Columna de Opinión

La zanahoria y el garrote

opinion
25/08/2023 a las 18:30
Pinguino Web 1
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Por Hernán Ferreira, abogado.

Que las cosas están revueltas en Chile, no cabe duda. Que muy pocas personas están dispuestas a escucharse y conversar de buena fe, también es un hecho que se demuestra a diario. Mucha gente mirando y cuidando con exceso sus intereses que sobreponen a los intereses nacionales. O cubren sus verdaderas motivaciones egoístas con un manto solidaridad que obviamente no es tal. Y así el país va de conflicto en conflicto; de crisis en crisis. Mientras los habitantes del país son espectadores de un espectáculo pobre, ramplón. Están sujetos a las veleidades de sus representantes que donde hoy defienden una posición determinada, mañana la repudian por las razones más desconcertantes.

A veces pareciera que como país vamos en curso de colisión. Las fuerzas políticas no se ponen de acuerdo. En este clima crispado, de casi negación del otro, el Gobierno que tiene la administración del país, es el primer llamado a generar un diálogo pacífico, transparente, creíble. Quizás si su pulsión más básica sea buscar el enfrentamiento; exacerbar los ánimos para obtener réditos políticos. Ante la ausencia de logros en el año y medio de gestión gubernamental, pareciera que marcar las diferencias con la oposición puede ser la vía para hacerse visible. Está también el factor ideológico para comprender en parte la conducta del presente gobierno. Así, cuando se demuestra dialogante al poco andar fustiga a quienes desea convocar a la mesa. Mientras tiende una mano para conversar, con la otra les apunta y les enrostra hechos históricos. Cuando pretende avanzar, camina hacia atrás escudriñando el pasado interpretándolo a su favor.

De ahí el nombre de estas líneas. Porque el gobierno intenta mostrar una faceta amable con declaraciones llenas de buenas intenciones. Desea propiciar el diálogo, especialmente cuando se aproximan los 50 años desde el Golpe Militar. Mas parece evidente que ese diálogo no se producirá o no dará frutos, porque mientras un sector no se haga cargo de la situación anterior a 1973, será difícil encontrar mínimos comunes.

La actitud del gobierno debe cambiar y desde la dureza de su posición en distintos ámbitos de gobierno, debe transitar hacia un a más de diálogo y aceptación de la visión del otro. Debe dejar la práctica de la zanahoria y el garrote porque más temprano que tarde, la crisis subirá como la leche. Insistimos que es el gobierno el protagonista de un cambio del clima político y social por el bien del país. Debe dejar atrás entonces esa conducta adolescente de enrocarse y patear el tablero cuando el juego no va a mi favor. Chile no es una federación de alumnos que se maneja por unos cuantos a su antojo y casi sin contrapeso. La complejidad de los problemas nacionales exige ahora una actitud responsable y madura.

Y a propósito de los 50 años del golpe militar, los hechos que precipitaron la intervención militar son similares a los de ahora. Falta casi total de diálogo político y social. Un gobierno que intentaba a como diera lugar avanzar en su programa sin tener la mayoría para aquello. Una situación económica desmedrada. Ciertamente no espero ni deseo que se repita la historia, pero es necesario advertir que si un cuerpo presenta síntomas similares a los de otro periodo, la prevención temprana será siempre el mejor remedio a males mayores.

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