El presidente de la Asociación Gremial de Académicos de la Universidad de Magallanes (UMAG), Juan Marcos Henríquez, criticó duramente ayer el actuar de la rectoría de la Universidad de Magallanes, al desvincular a un grupo de 13 académicos de esa casa de estudios, sin justificación clara ni transparente.
Henríquez sostuvo que el actuar de la rectoría representa un serio perjuicio para la institución, especialmente, porque se basa en un reglamento heredado de la dictadura que permite llevar a cabo desvinculaciones sin ninguna justificación y un alto grado de discrecionalidad, todo lo cual puede generar un profundo perjuicio a la convivencia democrática de la Universidad de Magallanes, destacó.
“El rector está apelando que el estatuto de la Universidad de Magallanes le entrega la facultad para despedir gente sin procedimiento, ni justificación. Es lamentable que el rector haga eso, porque ese estatuto fue establecido en dictadura y apelar a ello hoy día en democracia deja una sensación bastante desagradable del espíritu democrático de este rector”, dijo.
Afirmo Henríquez, que la evaluación del desempeño debe basarse en pautas que permitan objetivizar una evaluación que permitan decir, de modo transparente, si se cumple o no con las expectativas.
En cambio, afirmó, el actuar del rector José Maripani, representa un serio perjuicio para el plantel. “Cuando recurre a esta opción discresional se crea un clima bastante negativo en la comunidad universitaria. Se genera una sensación de miedo y vulnerabilidad, no solo para los afectados, sino para el resto de la comunidad académica”, señaló.
Agregó que se entremezcla así el desempeño académico con los procesos electorales internos de la universidad, “La gente piensa “qué pasa si me cruzó con la autoridad? A lo mejor me pueden echar”. Resulta que el rector te contrata y el rector te despide sin ningún proceso”.
El estatuto fue establecido en 1981, “cuando había rectores designados por la dictadura” y ahora está en sus últimas fases para ser reemplazado, indicó.
Henríquez sostuvo que como asociación están planteando que toda contratación o desvinculación se realice con pautas establecidas, transparentes y públicas, que se pueda evaluar y que el académico pueda apelar.
Recordó, además, que en la carrera de cada docente hay oscilaciones, “porque hay años en que te ganas un proyecto y otros en que no y años en que te concentras solo en hacer docencia, porque así lo exigen las circunstancias, eso pasó en los últimos años con muchos docentes que nos concentramos en hacer clases. Todo eso tiene que estar a la vista para saber las pautas y que los académicos sepamos cuán lejos nos quedamos de las metas”.
Henríquez hizo un llamado al rector a cambiar de rumbo. “Esperamos que el rector recapacite en esta medida independiente de que pueda tener la facultad legal y que evalúe el daño que le está haciendo a la casa de estudios con este tipo de medidas y que se genere un espacio para crear una pauta que hoy no existe”.
También advirtió que este hecho puede repercutir en la acreditación del plantel.
Riquelme
A su vez, el consejero regional Alejandro Riquelme rechazó también la medida, la cual consideró una vendeta política.
Riquelme sostuvo que, desde la llegada del rector Maripani, la Universidad de Magallanes ha vivido un aumento de los gastos de personal de la actual administración, “quienes pueden darse el lujo de viajar a Europa y mantienen a la Universidad con estas falencias”.
Recordó que dentro de los académicos desvinculados está, por ejemplo, quien compitió con él por el puesto de rector, lo que da cuenta de la naturaleza de esta medida.
A su juicio, los despidos se explican por el aumento de gastos innecesarios en perjuicio de la calidad académica que imparte el plantel, lo cual puede repercutir, seriamente, incluso en el proceso de acreditación.
En este sentido, Riquelme denunció el aumento de gasto en horas extras, viáticos y contrataciones, especialmente en el área de rectoría, con asignaciones que no corresponden. Sostuvo que “se han quintuplicado los cargos en rectoría donde después de la salida del antiguo jefe de la unidad jurídica, esta pasó a estar compuesta por cinco abogados.
Añadió que “me llama la atención que estos despidos de académicos de alto nivel con grado de magíster y doctorado, se produzca casi en simultáneo con la acreditación del plantel, logro para el cual fueron parte fundamental”, cuestionó.