El término “tontón”, es una variante de tonto. La diferencia es sutil. Es algo como un tonto buena persona. El significado de tonto se refiere a una persona con escaso entendimiento o razón. Su origen viene del latín, específicamente de “attonitus”. Este adjetivo refleja a alguien con poca comprensión de la realidad, lo que a veces, genera rechazo en la sociedad. En Inglaterra tonto es “stupid”. En Perú sería “cachirulo”, en España es “estulto”, en Honduras es “maje”, en Alemania es “dumm”, en China es “yúchun de” y en Japón es “baka”. Ejemplos de un gobernante “tontón”, se dan cuando este nombra embajadores ineficaces y con poca experiencia. También cuando se sale del protocolo y deja mal puesto a los ciudadanos que representa. No usando corbata, por ejemplo. O también cuando se premia a jueces que han sido expulsados de la judicatura en otro país. También es tontón quien idolatra a falsos “estadistas” que han hecho daño a sus países. Atacar a la prensa de manera frontal y solo porque algunos medios no escriben en sus editoriales, lo que el aludido quisiera, es signo de tontería. Tontón es aquel que cambia de opinión a cada rato o que habla de materias que no conoce. Tontón también representa a aquel que da cátedra en los países que visita, sin conocer su historia y sus particularidades. Tontón es aquel que se deja extorsionar por los anarquistas, los antisistema y por comunistas. También es tontón aquel que pretende justicia solo para algunos. Tontón es quien defiende indemnizaciones y pensiones truchas. También aquel que indulta a delincuentes confesos de acciones graves y no a aquellos que buscan sinceramente reinsertarse en la sociedad. Tontones hay en todas partes, pero la mayoría son inofensivos. Lo complicado es que muchos tontones -incluyo a tontonas- ocupen cargos importantes y sean responsables del uso de recursos públicos cuantiosos. Para que haya menos tontones dando vuelta, necesitamos mejor educación. Que a los jóvenes se les enseñe desde chicos a estudiar mucho y a respetar a los mayores. Todo lo contrario de lo que hoy sucede en el Instituto Nacional o en el INBA o lo que pasaba en la fenecida ARCIS. Descuidar la soberanía y abrazar causas latinoamericanas es una tontería, así como entregarse a la ONU y a sus tentáculos, pensando que ellos resolverán la pobreza y alcanzarán la paz. Pasarse un año, gastando dinero público, para conmemorar a uno de los peores gobiernos de la historia de Chile es muy tonto. Sacar al General Manuel Baquedano de su plaza y no reponerlo hasta la fecha es algo muy tonto, propio de tontones. Llamar estallido social a un estallido delictual es bien tonto. Viajar a China con 5 escalas, con los costos y el valioso tiempo involucrado parece tonto. Hay buenas líneas aéreas comerciales, más rápidas y económicas. El séquito podría viajar en económica, todos juntitos y juntitas. Crear fundaciones fraudulentas y no meter presos a los ladrones es bien tonto. Tontones fueron los que dejaron entrar a los ladrones al ministerio de Jackson. Aún no aparece la caja fuerte. Los que administran el tema cultural en Chile también son bien tontones. Nos quedamos sin participar en la feria del libro de Frankfurt. Debemos protegernos de los tontones, no dejando que estos asuman altas responsabilidades. Hay muchos que se dan cuenta que están rodeados de tontones y se aprovechan de ellos. También hay algunos que parecen tontones, pero no lo son. Esos son los más peligrosos, pues tienen planes determinados por su comité central, en que el fin justifica los medios. Al final del día la cuenta la pagamos todos, incluyendo los tontones que eligen a tontones para gobernar o legislar.