El magallánico se caracteriza por decir las cosas por su nombre. Es muy raro que esconda su malestar. Todo lo contrario, lo exterioriza porque siempre -históricamente- ha sido una zona muy postergada. Desde la zona más austral del país tenemos muchas necesidades que aún no han sido resueltas. Los dos últimos gobiernos se han disputado abiertamente la adjudicación de los cuatro hospitales de la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
Pelea sin sentido, porque verdaderamente a la gente no le interesa quién construye o corta la cinta, sino que le interesa quien gestiona y administra de buena forma los recursos y el personal profesional y eso no se ha hecho muy bien en nuestro principal recinto médico. A usted y a todos los magallánicos nos interesa que se mejore nuestra calidad de vida y para ello, los gobiernos deben satisfacer nuestras principales urgencias.
Una de ellas es tener a todos los especialistas médicos, porque en los tres últimos mandatos presidenciales hubo que salir a las calles de Magallanes para ser escuchados desde el nivel central: crisis del gas (2011), falta de un oncólogo infantil (2016). A esto se suma el estallido social (2019) y el 2021 las continuas alzas del combustible, logrando que en su momento la delegada presidencial de la época, Jenniffer Rojas, lograra el subsidio del cabotaje de los combustibles desde Biobío a Cabo Negro y frenando de alguna forma los excesivos cobros. Esa es la realidad.
Desde la zona más austral del país necesitamos ser escuchados y no tener que estar alzando la voz para que nos tomen en cuenta. Porque Chile sigue siendo un país centralista. La descentralización y la regionalización efectiva es una tarea pendiente y de ello nos hemos dado cuenta fuertemente con la pandemia del Coronavirus. Desde hace muchas décadas escuchamos de la descentralización como bandera electoral y sin embargo nos seguimos quejando.
Es de esperar que de verdad nos respeten a quienes hacemos soberanía y patria al fin del mundo. Siempre se ha señalado a nuestra región por una importancia como zona estratégica y de un enorme potencial geopolítico para el país, pero por lo mismo requiere de un trato especial y eso aún no lo percibimos.