La historia de Chile guarda testimonios, memorias, disputas, guerras y otras tantas aristas trascendentales para nuestro país. El siglo XVI es conocido como el periodo donde el mundo experimenta el inicio de la modernidad o bien llamada Edad Moderna, cuestionada época hasta nuestros días dada las premisas que la sustentan y la enajenación de ella hacia una cierta parte de la población global. En este contexto las conquistas se hacen visibles en América, por ejemplo, Don Pedro de Valdivia se transformaría en una figura importante para nuestro país. De ahí que mi columna de la semana se denomine; “Fundación de la ciudad de Santiago: 12 de Febrero de 1541”.
Primero, en Chile la historia no parece ser una experiencia muy valorada por algunas personas, incluso, hay individuos que pasan por alto la memoria y carácter fundacional del patrimonio público de nuestra tierra. La Biblioteca Nacional de Chile a través del repositorio de Memoria Chilena sugiere para la fundación de la ciudad de Santiago lo siguiente: “La fundación de Santiago fue el primer hito importante en el proceso de colonización española de Chile, ya que la ciudad fue el punto de partida de las expediciones que iniciaron el reconocimiento y la ocupación de nuevos territorios. El 12 de febrero de 1541 Pedro de Valdivia escogió asentarse en el valle del río Mapocho, pues consideraba que la numerosa población indígena que allí habitaba era demostración evidente del provecho agrícola de sus tierras. Para garantizar la provisión de agua y su protección, la villa fue levantada entre dos brazos del río y al amparo del cerro Huelén, desde cuya cumbre se podía advertir cualquier movimiento hostil en un amplio perímetro […] Transcurridos diez años de su fundación, Santiago logró consolidar su posición gracias a que la habilitación de un puerto en la bahía de Valparaíso le permitió recibir, con mayor frecuencia, refuerzos y provisiones desde el Perú, mientras que, como consecuencia del afianzamiento de la ocupación hispana en las cuencas de Aconcagua, Maipo y Cachapoal, el enfrentamiento con los indígenas se trasladó varios kilómetros hacia el sur. Estas condiciones permitieron a los santiaguinos disfrutar de mayor tranquilidad y disponer de más tiempo y recursos para invertir en el adelanto de la ciudad. […] El rey de España reconoció estos progresos que posibilitaron el regular funcionamiento de las instituciones coloniales y concedió a Santiago el título de ciudad y un escudo de armas el 5 de abril de 1552”. La fundación de la ciudad de Santiago es sinónimo de concentración política, burocrática, de poder y economía, tal vez, la historia no ha cambiado mucho, pero pesquisar sus antecedentes nos permite valorar, comprender y analizar un fecha significativa para el territorio nacional.
Segundo, cabe señalar que el Archivo Nacional de Chile conserva la reconstitución del “Acta de Fundación de la Ciudad de Santiago”, encabezada por el español Pedro de Valdivia el 12 de febrero de 1541. Debemos recordar que el acta original fue quemada, en el asalto que realizó el cacique Michimalonco a la ciudad el 11 de septiembre de 1541. Al margen, existen investigaciones que afirman que la ciudad de Santiago no habría sido fundada un 12 de febrero, la Radio Bio Bio el Viernes 12 febrero de 2016 sugiere lo siguiente: “Lo confirma y explica rigurosamente una nueva investigación, publicada este viernes 12 por el Investigador y Director del programa Rutas de Nuestra Geografía Sagrada, Alexis López Tapia, en el portal de Radio Bío Bío, como parte del documental del autor El Secreto de la Fundación de Santiago, que en 2013 dio a conocer el motivo del emplazamiento de la Plaza de Armas, como un verdadero “Centro Astronómico” prehispánico, situado en la intersección de las líneas de salida del Sol durante los Solsticios, contra el cerro San Cristóbal / El Plomo en Invierno, y el cerro Santa Lucía en Verano”. Lo cierto es que más allá de la fecha, lo relevante es la fundación de la ciudad, el contexto en el que se da y como observamos aquello en pleno 2024. Por último, surgen algunas preguntas que debemos como ciudadano hacernos dada la fecha conmemorativa. ¿Qué valor tiene la ciudad en la actualidad? ¿Es un punto de encuentro entre ricos y pobres? ¿Eso que proyectó Pedro de Valdivia sigue teniendo un sentido, o bien, ha cambiado drásticamente? ¿Cuáles son los desafíos en la actualidad para esta ciudad? Tal vez, estamos en presencia de un patrimonio público olvidado de su historia, uno que alberga degradación, desprolijo y precariedad dada sus condiciones hoy en día. Valorar la historia, es valorar la cultura, memoria, hitos y bases donde se asientan nuestras raíces, de lo contrario, resulta muy difícil proyectar un futuro donde la paz, heterogeneidad y acuerdos valoren su pasado historiográfico.